'Amour fou' sin amor y sin locura
Nacido en París en 1931 y educado en Francia, pero de familia austriaca, el realizador Alex Corti comienza a trabajar en la radio en el Tirol, para proseguir con una interesante y dilatada carrera como director de teatro en Viena. Posteriormente tiene repetidos éxitos con unas producciones para televisión de carácter semidocumental y se da a conocer internacionalmente con la trilogía para cine, integrada por Dios ya no cree en nosotros (1985), Santa Fe (1985) y Bienvenidos a Viena (1986), una peculiar historia de Austria entre la ocupación nazi y el final de la Segunda Guerra Mundial.El éxito de esta trilogía y los tradicionales problemas de crecimiento, que en cine pueden tener malas consecuencias, si no son sabiamente controlados, le llevan a La puta del rey, una coproducción de amplio presupuesto entre Francia, Italia y el Reino Unido, que se encuadra dentro de las producciones europeas rodadas en inglés para tratar de luchar y competir con el todopoderoso cine norteamericano en su propio terreno.
La puta del rey
Director: Axel Corti. Guionistas: Daniel Vigne, Fréderic Raphael, Axel Corti. Fotografía: Gemot Roll. Intérpretes: Valeria Golino, Timothy Dalton, Stephane Freis. Francia, Italia, Reino Unido, 1990. Estreno en Madrid: Imperial, Ideal Multicines, Albufera Multicines, Vaguada, Colombia Multicines, Multicines Pozuelo, Alcalá Multicines, Multicines Villalba, Rosales (versión original).
Buen guión
Tomando como punto de partida la novela de Jacques Tournier Jeanne de Luynesm, condesa de Verue, y sobre un buen guión del realizador francés Daniel Vigne, el guionista inglés Fréderich Raphael y el propio Alex Corti, narra los amores de la condesa de Verue, una guapa cortesana francesa, con el italiano Vittorio, Amadeo, rey del Piamonte, a finales del siglo XVII.Una cuidadísima ambientación, tanto por el rodaje en auténticos palacios de la época como por la reconstrucción de trajes y mobiliario, siempre bien servida por una sólida dirección de Axel Corti, en ningún momento consiguen ocultar los dos problemas, uno derivado del otro, que empañan los resultados de La puta del rey.
Aunque nunca se tiene en cuenta la situación política del Piamonte a finales del siglo XVII y lo único que se trata de contar es una historia de amour fou que podría haberse desarrollado en cualquier otro marco de la época, resulta por lo menos chocante que todos los personajes hablen en inglés, que Timothy Dalton encame al rey Vittorio Amadeo y, sobre todo, que la italiana Valeria Golino sea la, francesa condesa de Verue.
Este contrasentido es perdonable en el caso de Valeria Golino, pues es una actriz espléndida que, con su acento italiano, hace un buen trabajo como la mujer, felizmente casada, que por razones de Estado debe convertirse en la amante del rey, pero hunde literalmente la película en el caso de Timothy Dalton. Actor muy limitado, que en cine sólo puede hacer de James Bond, y con dificultades, cuando la serie del agente 007 intenta aguantar con sus últimas boqueadas, en ningún momento resulta convincente como Vittorio Amadeo y nadie se cree su amour fou. Lo que significa que la pareja protagonista no funcione y que La puta del rey sea una historia de amour fou desde luego sin fou, pero también sin amour.
Por otra parte, existen dos versiones de esta producción. Una que ha circulado por festivales internacionales con un cierto éxito. Y otra, la estrenada entre nosotros, que tiene cuarenta minutos menos, lo que son demasiados minutos y, por supuesto, se deja sentir en el resultado final y la comprensión de determinados momentos. Al parecer ambas versiones cuentan con las bendiciones de su director Axel Corti.
Babelia
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