El plan de competitividad de la siderurgia integral obtiene el respaldo de los consultores de la CE

El plan de competitividad de la siderurgia integral, que contempla la fusión de Altos Hornos de Vizcaya y Ensidesa en una nueva empresa constituida a partir de la Corporación de la Siderurgia Integral (CSI), así como una importante renovación tecnológica, la desaparición de 9.707 empleos y el cierre de algunas instalaciones de Avilés y de Sestao, ha sido calificado de "viable según los criterios de la CE" en un informe elaborado por una consultora británica por encargo del Gobierno español y de la propia Comisión.

La nueva siderurgia integral española resultante de la fusión de las empresas productoras y del proceso de ajuste que la CSI quiere poner en marcha será rentable en 1996, si se aplica el plan en todos sus aspectos, sobre todo en comercialización, según subraya el informe.El plan español de la siderurgia integral deberá contar con importantes aportaciones del Estado, actualmente accionista único de la CSI, a través del INI y del Patrimonio. La inversión industrial requerida durante los cinco anos de su puesta en práctica es de 169.000 millones de pesetas.

El coste de la reestructuración sectorial, no obstante, se eleva a más de 620.000 millones de pesetas, en los que además de los mencionados 169.000 millones, se contemplan otros 35.000 previstos para inversiones comerciales; los más de 300.000 millones que costará costear las 9.707 bajas y en torno a 105.000 millones de pesetas en que se calcula el coste de la amortización de activos que se destinen a la nueva empresa. La CE obligó a reducir el periodo de amortización de 20 a 12 años, cuestión que le ha supuesto ese sobrecoste.

Socios

Los responsables de la CSI desean, abrir la participación a todo tipo de socios, incluso extranjeros si el proyecto consiguiera ser suficientemente atractivo, pero por el momento requiere grandes inyecciones de dinero público.

La dirección general de la Competencia debe mandar a la Comisión Europea su propuesta de aprobación del plan y ésta la elevará al Consejo de Ministros, que decidirá por unanimidad a mediados de octubre. Un portavoz del comisario encargado de los asuntos de la competencia, el británico Leon Brittan, descartó la posibilidad de hacer comentario alguno en la fase actual de estudio del plan.

La fusión y renovación empresarial puede afectar, si consigue sus objetivos, a los proyectos de expansión comercial de algunos competidores extranjeros, ya muy introducidos en España, por lo que no se descarta que alguno de los Doce intente obtener el recorte del plan.

El consultor británico reconoce en su informe que "la parte de cuota de mercado de la CSI disminuirá desde el punto de vista nominal", pero según los autores del plan, sin la reestructuración desaparecería la siderurgia integral española y su mercado pasará a otras manos.

Con el plan de viabilidad, la cuota del mercado europeo pasaría de 7,6% a 7,4%. El plan prevé recortar la capacidad de producción de 4,7 a 3,8 millones de toneladas en la década de los noventa. Pero AHV y Ensidesa necesitan mejorar su estructura ya que han perdido, conjuntamente, 56.000 millones de pesetas en 1991 y, según estimaciones de la CSI, van a perder 60.000 en 1992.

El informe subraya también la enorme penetración de la acería francesa Usinor-Sacilor, que ha firmado acuerdos con dos grandes almacenistas -las empresas Gonvarri y Barcelonesa- y quiere tomar el 30% de su propiedad. Precisamente los consultores subrayan en todo momento la necesidad de mejorar los canales de comercialización para hacer viable el proyecto.

Ensidesa y AHV ocupan los lugares decimosegundo y decimoséptimo en la clasificación de productores europeos. Su fusión situaría a la nueva empresa en el séptimo lugar. Sólo en 1989, en plena euforia europea, alcanzaron unos pequeños beneficios. Actualmente ambas empresas compiten entre sí y no cuentan, en cambio, con canales de distribución propios y adecuados, como es el. caso de los otros grandes competidores europeos.

De integral a mixta

Los costes de fabricación son de los más altos de Europa, debido a la escasa funcionalidad de las factorías: dispersas, infrautilizadas y poco eficientes. La productividad es también más baja por exceso de personal no vinculado directamente a la producción. El precio de los factores de producción, la electricidad y el oxígeno medidos por toneladas, es también de los más altos. A ello hay que añadir enormes costes logísticos (transportes y fletes), derivados de la fragmentación de instalaciones y los altos costes financieros.

El plan prevé la transformación de la actual siderurgia integral en mixta, con la introducción de nuevas tecnologías de producción de acero, menos contaminantes y baratas, como es un horno eléctrico y sistemas de producción de acería compacta.

Ayer, el secretario general de la Federación de Asociaciones de Cuadros del Metal, Jaime Alonso Carazo, declaró que "todos los españoles vamos a estar subvencionando con, 4.500 millones anuales la continuidad de AHV".