El sínodo de Santo Domingo será como un supermercado, dice Casaldáliga

Los partidarios de la teología de la liberación están definiendo sus posiciones para la IV Conferencia Episcopal Latinoamericana -que se celebrará el mes próximo en Santo Domingo- en un encuentro que durará hasta el domingo en la pequeña ciudad brasileña de Santa María.

"Santo Domingo va a ser una especie de supermercado, donde habrá de todo un poco", prevé el prelado catalán Pedro Casaldáliga, obispo de Sao Félix Araguaia. Pero "esto es un Santo Dominguito ", añade Casaldáliga, obispo de una pequeña diócesis en el corazón de la selva, de indígenas y trabajadores rurales, refiriéndose a la reunión.

Tres mil personas, entre obispos, sacerdotes y laicos de toda América Latina y el Caribe y representantes de miles de comunidades eclesiásticas de base debaten sus tesis junto con más de doscientos representantes de iglesias cristianas no católicas, dándole al encuentro "un sabor muy ecuménico", según Casaldáliga.

Los problemas políticos y sociales están muy presentes, "debido a la situación que vive Brasil", explicó el prelado. Y, en, efecto, el pasado martes, en la misa que 10 obispos concelebraron ante 3.000 personas en la apertura del encuentro, una banda negra enlutaba la cruz del altar del santuario de Medianeira, en señal de dolor por el escándalo de corrupción que conmociona Brasil.

La inculturización

El tema de este encuentro, Las comunidades de base, una nueva evangelización a partir de las culturas oprimidas, es un "desafío y una novedad" para Casaldáliga, una de las principales figuras de la teología de la liberación en el seno del politizado episcopado brasileño. El obispo señaló que, "así como Medellín nos instó sobre todo a la opción por los pobres, y Puebla prácticamente canonizó las comunidades de base, esperamos que Santo Domingo asuma la inculturización. Se trata de la inserción del evangelio en las diferentes culturas del continente americano, indígena, mestiza, negra y criolla, para poder echar las bases de una fe ecuménica", explicó."En ocasión del V Centenario, debemos reconocer que la evangelización ha sido muy colonizadora, muy occidental y con frecuencia hasta muy latina, muy ibérica", dice el prelado catalán, que espera que en Santo Domingo los obispos latinoamericanos recuerden "lo que ha habido de masacres durante estos 500 años y reconozcan lo que ha habido de ambigüedad, omisión y hasta connivencia de la Iglesia".