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La intervenció de los bancos centrales europeos no logra frenar el desplome de la lira italiana

La lira cotizó durante un breve periodo de la mañana de ayer a 765,47 frente al marco, siete centésimas por encima del marco que le permite el Sistema Monetario Europeo (SME), para luego recuperarse hasta cerrar en el límite, gracias a las intervenciones de los bancos centrales de Alemania, Italia y Bélgica. El nuevo mínimo de la divisa italiana señala, no obstante, la dificultad que tienen los bancos centrales de desafiar las tendencias del mercado, en donde los operadores apuestan por una inevitable devaluación de la lira. Por su parte, los suecos también padecen los efectos de la subida de 51 puntos que efectuó el Banco de Suecia para defender la corona. Los bancos decidieron ayer subir el precio de los créditos hipotecarios hasta el 24%.

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Se miden en decenas de miles de millones de pesetas los esfuerzos diarios que el Bundesbank y la Banca de Italia -junto con la banca central belga, en menor medida- vienen realizando en apoyo de la lira, desde que ésta comenzó a sufrir presiones internacionales insostenibles, hace ya casi cuatro semanas. Ayer mismo, el ente emisor italiano intervino con 886,8 millones de marcos 1(57.590 millones de pesetas) para impulsar el fixing (cambio medio) de la lira a mediodía en Milán, mientras su homólogo alemán adquiría en Francfurt 8.250 millones de liras.Para Italia, el sostén de su moneda está suponiendo una sangría en sus reservas, que también se producirá en Alemania, si se devalúan los depósitos en liras del Bundesbank, que tanto han crecido en las últimas semanas. Y pocos dudan a estas alturas de que la divisa italiana caerá finalmente. Ello la convierte en una moneda técnicamente muerta en su valoración actual e incrementa en progresión geométrica el gasto necesario para mantenerla necesariamente en vida.

Su mala andadura durante la jornada de ayer, ni siquiera mereció un nuevo aviso oficial de que la lira no se devaluará, como los lanzados reiteradamente en días pasados para disuadir a "los especuladores, a quienes el Gobierno señala como principales responsables del desplome de su moneda. Sólo últimamente el primer ministro, Giuliano Amato, ha reconocido en público el carácter estructural de los problemas de la lira, al afirmar que "en una coyuntura internacional deflacionista, Italia está pagando el precio de su mayor inflación, de su mayor fraude fiscal y de su mayor déficit público".

Ese déficit público representa el principal factor de la desconfianza de que hoy adolece la economía italiana, sobre todo porque la enorme deuda que ha generado -de más del 104% del Producto Interior Bruto (PIB)- constituye un problema cuya solución desafía a toda lógica. Las medidas adoptadas por el Gobierno tampoco han contribuído, por otra parte, a enmendar las cosas.

Una decisión tan extrema y atípica en el panorama europeo como el impuesto del 6 por mil sobre los saldos de todas las cuentas corrientes y de ahorro, que se aplicó por decreto el pasado 7 de julio, lo mismo sobre nacionales o extranjero no residentes, sobre cuentas en liras o en divisas, es suficiente como para poner en fuga al más adepto a la lira. Y en una economía que en gran medida permanece sumergida, las fugas pueden ser clamorosas.

Otras disposiciones de apoyo a la lira, como las sucesivas subidas del tipo de interés del 12% al 15%, chocan claramente con el límite de su coste, ya insostenible, para el conjunto de la economía italiana. De hecho, el Banco de Italia sí que se apresuró ayer a desmentir los rumores de una nueva subida surgidos en Londres.

[Por su parte, los suecos han empezado a padecer los efectos de la subida de 51 puntos -hasta el 75%- que llevó a cabo el Banco de Suecia el martes pasado para defender a la corona sueca. Los bancos encarecieron ayer en 6,75 puntos el tipo de interés variable de los créditos hipotecarios, que ahora se sitúan en el 24%. Una familia con un crédito hipotecario de 500 . 000 coronas (8,5 millones de pesetas) con un tipo 'de interés variable, debe a partir de ahora pagar unas 42.900 pesetas más al mes, informa la agencia Reuter].

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