Vance y Owen logran en Sarajevo que musulmanes y serbios de Bosnia acepten negociar en Ginebra
La artillería serbia atacó ayer duramente el sur y el suroeste de Sarajevo, horas antes de que los mediadores de las Naciones Unidas y de la Comunidad Europea (CE) en el conflicto de la antigua Yugoslavia, Cyrus Vance y David Owen, se entrevistaran con el presidente de Bosnia-Herzegovina, Alia Izetbegovic. Vance anunció al término de la reunión que todas las fuerzas enfrentadas volverán a negociar la próxima semana en Ginebra. La parte bosnia no puso en principio como condición el cese de los bombardeos sobre Sarajevo, que han provocado 34 muertos en los dos últimos días.
El aeropuerto de la capital bosnia sufrió también durante la tarde de ayer un fuerte bombardeo artillero, mientras Vance y Oven se encaminaban a Lukavica, cuartel de las fuerzas serbias que bombardean Sarajevo, para entrevistarse con el presidente de la autoproclamada República Serbia de Bosnia-Herzegovina, Radovan Karadzic. Los enviados de la ONU y de la CE con fían en la buena voluntad de todas las partes para iniciar el próximo día 18 una nueva ronda de conversaciones que permita acercar la paz a Bosnia antes de que llegue el invierno.Vance y Owen llegaron a Sarajevo por vía terrestre tras un viaje de casi seis horas por una accidentada carretera desde el puerto croata de Split. Disparos de francotiradores y explosiones de granadas de mortero se escuchaban nítidamente mientras los dos negociadores, con casco y chaleco antibalas, se adentraban en la ciudad a bordo de dos vehículos blindados de la ONU. Sin ocultar su estremecimiento por la destrucción. que veía ante sus ojos, Owen dijo a su llegada: "Ésto es peor de lo que imaginaba".
Poco antes de la llegada de los enviados de la ONU y de la CE al edificio de la presidencia bosnia, el centro de Sarajevo estaba cortado al tráfico y fuertemente vigilado por hombres armados. Vance y Owen descendieron de los vehículos blindados temblorosos y con una sonrisa falsa en sus rostros. Los dos emisarios habían podido comprobar sobre el terreno las dificultades con las que tropieza la ONU para garantizar la llegada a Sarajevo de los convoyes humanitarios. "Cuando se ve tanta destrucción cruel, edificios enteros hechos añicos, se comprende que la mayor parte de este daño se ha producido desde arriba [las colinas que rodean Sarajevo] y no en combates callejeros", fueron las primeras palabras de Owen.
Después de las entrevistas con Izetbegovic y Karadzic, Vance y Owen emprendieron camino hacia Belgrado. Simultáneamente, en París, el ministro francés de Defensa, Pierre Joxe, anunciaba que los mediadores habían tratado un eventual alto el fuego entre las partes en conflicto aunque, a decir de las pesimistas declaraciones de Owen, en el sentido de que la lucha iba a continuar "mas tiempo del deseado", las posibilidades de su entrada en vigor parecen escasas.
Ayer mismo, fuentes de las Fuerzas de Protección de la. ONU (Unprofor) informaron que un Boeing 747 de las líneas aéreas iraníes fue retenido en el aeropuerto de la capital croata, Zagreb, por transportar un cargamento de 4.000 fusiles, municiones y diverso armamento antitanque con destino a las fuerzas musulmanas de Bosnia-Herzegovina. El Gobierno de Zagreb confirmó la noticia y aseguró que el avión había sido autorizado a regresar a Teherán con su cargamento. Estados Unidos calificó anoche de "muy grave" este intento de violación del embargo armamentístico decretado por la ONU en los territorios de la antigua Yugoslavia en septiembre de 1991, que Irán debía observar "en tanto que miembro de este organismo".
Gali pide más tropas
Paralelamente, el secretario general de las Naciones Unidas, el egipcio Butros Gali, reclamó ayer el envío de un nuevo contingente de 6.000 hombres para reforzar a los 1.519 cascos azules emplazados en la capital de Bosnia-Herzegovina. Fuentes diplomáticas aseguraron ayer que el general francés Philippe Morrillon, vicecomandante de las Unprofor en Sarajevo, estaría al frente del nuevo despliegue. Las tareas de ayuda humanitaria se encuentran paralizadas tras la muerte de dos cascos azules franceses en una emboscada a un convoy humanitario el martes pasado, de la que el Gobierno francés y las Unprofor culpan a las fuerzas militares bosnias. El ministro de Defensa francés consideró "inaceptables e insultantes" las exculpaciones del Gobierno de Sarajevo. Ejup Ganic, vicepresidente bosnio, había reprochado a los cascos azules haber penetrado durante la noche en una zona de combates.
En Belgrado el ministro de la nueva federación yugoslava (Serbia y Montenegro), Vladislav Jovanovic, presentó la dimisión irrevocable a causa de su total discrepancia con el primer ministro, Milan Panic, que practica una política contraria a los intereses de Serbia".
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