El Gobierno italiano pide poderes especiales ante la crisis económica

El Gobierno italiano acordó ayer pedir al Parlamento poderes especiales durante tres años para imponer por decreto medidas de contención del déficit público y mantener la lira. El Gobierno que preside Giuliano Amato anunció ayer la próxima privatización del banco Crédito Italiano, la primera sociedad importante que saldrá de las manos públicas. El objetivo del Gobierno es acabar con las especulaciones que parecen hacer inevitable una próxima devaluación de la lira.Amato manifestó ayer que confía en que estas decisiones sean "suficientes para calmar a los operadores". Otros destinatarios del mensaje del Gobierno son los empresarios, a los que el Ejecutivo trata de convencer de su voluntad de actuar sobre los problemas financieros de fondo del Estado, y de no recurrir a nuevas subidas del tipo de interés.

El pasado viernes, la Banca de Italia tuvo que elevar el tipo de interés hasta el 15% para defender la lira. La medida provocó el rechazo de los grandes industriales italianos, que señalaron que el encarecimiento del crédito ahogaba a sus empresas y provocaba un hundimiento de la Bolsa.

La flor y nata del mundo empresarial italiano, desde Arturo Ferrucci a Giovanni Agnelli, y sus más notables economistas exigieron al Gobierno, durante un congreso celebrado el pasado fin de semana, que diera una señal inequívoca de su voluntad de privatizar. Es lo que Amato hizo ayer, en el sector más sensible que es el bancario, casi totalmente estatal en Italia.

Los poderes del Gobierno responderán a los criterios que se fijen en la Ley de Delegación, aunque es claro que deberán facilitar la adopción de recortes del gasto público que hoy difícilmente llegan a tiempo, porque las discusiones parlamentarias se eternizan.

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