Payasadas, al circo

El nuevo Cordobés parece haber descuidado algo tan de moda como los asesores de imagen, ninguno de los cuales le debió especificar que su toreo, o lo que sea, más próximo al circo, no gusta a aficiones rancias como la albacetense. No es de extrañar, pues, que, mediada la faena, o lo que fuera, a su primer bicho, un espectador se ganase la mayor ovación de la tarde cuando le espetó, circunspecto: "¡Las payasadas, p'al circo, nene!". El Cordobés, en lugar de echar freno y alborear los buenos y clásicos detalles con que se estiró al inicio de sus labores taurinas en este novillo con percal y pañosa, propendió aún más al efectismo pueblerino, causando rechifleras palmas, cuya cima explotó cuando se dio a cabezazos con el pobre (por presencia e inocencia) animal.El novillero no debió entender cómo no se llevaba a su tornajo las fáciles y chungas orejas que con este toreo, o lo que sea, corta casi todas las tardes en cosos de inferior, similar y superior categoría. Máxime cuando el habitualmente duro presidente de Albacete tuvo ayer la tarde de pañuelo fláccido y regaló una oreja paisana al local Manuel Montoya otra semipaísana al semilocal Ángel de la Rosa, tras fallar éste con la espada después de atravesar al novillo de mala manera.

El Cordobés echó por la calle de en medio del tremendismo ya de forma definitiva frente al cuarto en una trafallona faena, o lo que fuera, a base del salto de la rana y otras cabriolas, que indignaron al cotarro. También al espectador mencionado, que volvió a repetir con más fuerza la frase mencionada.

Manuel Montoya acusó, sus propias actuaciones y pudo con la casta del quinto, al que lidió con mucha cantidad y nula calidad. Con el terciadito segundo se lució en limpias verónicas ganando terreno y en una labor con arrestos, entrega y buenos detalles.

Ángel de la Rosa, nacido en el bello pueblo albacetense de Elche de la Sierra, y hecho como torero en Valencia, superó sin problemas y con valor las coladas que sufrió por las escasas fuerzas del tercero. Cerró plaza cascabeleando torero puro, templado y ligado en redondos, pases de pecho, adornos y algún natural aislado, hasta que lo mató de mala manera.

Triunfo de Mariano Jiménez

Por otra parte, Mariano Jiménez triunfó en la corrida de feria celebrada ayer en Barbastro (Teruel), donde cortó tres orejas y salió a hombros, informa Efe. También salió a hombros Rafael Camino. Hubo una entrada cercana al lleno. El último toro se lidió bajo una gran tormenta y sin apenas luz en el ruedo.Se lidiaron cuatro toros de Antonio Pérez y dos -segundo y sexto- de Pérez Angoso, correctos de presentación. Destacó el segundo. El Bayas tuvo silencio en sus dos faenas. Rafael Camino, dos orejas y silencio. Mariano Jiménez, oreja y dos orejas.