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Reportaje:

¿Quién quiere La Seda?

La Generalitat pretende expropiar la empresa por la vía judicial

La reorganización del sector de la fibra en el mercado europeo desvela que las multinacionales no quieren ser herederas del viudo Rius. Los procesos de ajuste realizados por grupos como Rhon Poulenc (antigua Safa) y Courtailles (Montefibre y Cyananka) y la salida de Akzo de La Seda conforman el escenario de la crisis del subsector, azotado por las importaciones del sureste asiático. Una serie de pleitos judiciales, en los que participan accionistas, representantes sindicales y Administración, enmarcan la parálisis mercantil que sufre La Seda desde que, hace más de un año, el abogado Jacinto Soler Padró adquirió a Akzo el 57,5% del capital. Mientras tanto, la Generalitat quiere decir la última palabra en el futuro de La Seda con la expropiación judicial de la compañía. El propio presidente, Jordi Pujol, mantiene una postura activa en el proceso.

El último capítulo de la lucha por el control de La Seda puede convertir temporalmente en pública la primera empresa privada productora de fibras del país. El consejero de Industria de la Generalitat, Antoni Subirá, reconoció explícitamente a este diario que las, acciones legales emprendidas "pretenden conseguir el nombramiento de un administrador judicial en la compañía". La estrategia jurídica de la Generalitat, pactada con el Ministerio de industria -así lo manifestó el secretario general, Álvaro Espina- y diseñada por los abogados Córdoba Roda y Granados, pretende que el juez ordene el embargo de La Seda en aplicación del decreto ley de 1969. "Esta modalidad fue utilizada en el embargo de Matesa, aunque no tiene nada que ver la expropiación dictada directamente por el Gobierno, como se hizo con Rumasa", explican medios jurídicos.La Seda fue vendida por Akzo al abogado Jacinto Soler Padró y ahora, alegando incumplimiento de contrato el grupo holandés pugna legalmente por recuperar las acciones "para depositarlas en la autocartera de la compañía, traspasando la gestión del proceso a la Generalitat, de común acuerdo con el juez", según un portavoz de la multinacional. "El último paso será vender la mayoría a un nuevo socio con capacidad financiera y de liderazgo industrial", añade Subirá.

No se trata de recuperar el sueño del INI catalán, "sino de la salvaguardia del interés general", apunta Subirá. La crisis ha hecho germinar además el primer gran compromiso en firme, entre sindicatos y Generalitat -CC OO y UGT apoyan las acciones legales emprendidas contra Soler Padró- sobre el futuro de la principal fuente de suministro de primeras materias en el sector textil catalán. El proceso de La Seda desborda la lentitud de las mesas negociadoras del sector; en pocos meses, el plan de viabilidad, todavía financiado por Akzo con una aportación de 4.000 millones, ha supuesto la reducción de 1.000 empleos, mientras los efectos de un cierre patronal amenazan a las 30.000 personas que, directa o indirectamente, dependen de la actividad de La Seda. Este sector de población corresponde a la mitad del censo de El Prat de Llobregat (Barcelona), población en la que tambien se encuentran las instalaciones de Rhone Poulenc (Safa) y que está tradicionalmente afectada por el síndrome del monocultivo industrial.

Civilista

Jacinto Soler Padró es un abogado civilista conocido en Barcelona por sus interpelaciones en favor del idioma catalán en los plenos municipales del ex alcalde Enric Masó y, sobre todo, por su defensa en el caso Schuster, un asunto que trasladó la duplicidad de contratos (de imagen y profesional) desde los campos de fútbol a las salas de lo contencioso. Políticamente, está convencido de que la alternativa a una crisis del pujolismo político estaría en la vertiente democristiana. Una idea que puede rastrearse en otros profesionales del mundo de la abogacía y los negocios, con aspiraciones políticas en el espacio de centro.En la trayectoria política del ahogado Soler Padró figura la fugaz existencia de un partido de corte nacionalista -Partit del Poble Catalá, fundado y extinguido por el propio abogado al final de los setenta-, y su discreto paso por la diplomacia en calidad de cónsul de Austria en Barcelona, cargo que abandonó por presiones de la cancillería de Viena, al estallar la crisis de La Seda.

En el asalto a La Seda, asegura el abogado, ha jugado sus cartas en solitario. La actividad, siempre conspirativa, de Soler Padró expresa lo que sus oponentes califican de "instinto empresarial asilvestrado", una opinión en la que coinciden Tomás Lúquez y Morlanes, dirigentes de UGT e inspiradores del pacto de los sindicatos con la Generalitat.

Intereses

El abogado Soler Padró ha demostrado una gran capacidad para buscar notabilidad pública sin dejar la gestión de los intereses privados. Lo constata su paso tormentoso por la junta del Círculo de Economía -en la etapa de Mas Cantí- y su actividad desde la Joven Cámara, nido de empresarios júniors atraídos por el liberalismo de su fundador, Carlos Ferrer Salat.En la crisis de la empresa de fibras, la conducta incontrolable de Soler Padró ha preocupado a Pujol; los sindicatos y el resto de las fuerzas sociales empresariales implicadas en el conflicto le califican de "irresponsable". Su entrada no del todo aclarada en el accionario de La Seda, fue el pretexto para la salida de Akzo -"se fueron de noche y por sorpresa", llegó a decir un ex presidente de la empresa-; y, posteriormente, la parálisis mercantil de la sociedad, provocada por una tormenta de demandas judiciales, dictamenes y resoluciones titubeantes de la misma Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), le ha convertido en un accionista mayoritario sin poder de gestión. Lo corrobora una orden judicial que prohibe a Soler Padró la entrada en las instalaciones industriales de la empresa.

Para Akzo, "Soler Padró ha incumplido el contrato de compra venta que le obligaba a distribuir los títulos de la compañía entre los accionistas minoritariso", en palabras de Gees van Lede, vicpresidente del grupo holandés. En descargo, el abogado utiliza la salida política: "Pujol, presiona a Akzo; no me perdona que mi firma figurase en una demanda presentada por la Asociación para la Defensa del Accionista contra el archivo judicial de Banca Catalana". Vindica un puesto de honor entre los dirigentes de empresa proscritos por la Generalitat, entre los que figura el caso de Eusebi Diaz Morera, apartado de Tunel del Cadi SA, por su actuación en la presidencia de Banca Catalana. "Ellos influyen sobre las empresas punteras de este país, desde Aguas de Barcelona hasta Fecsa y quieren lo mismo en La Seda", dice el abogado. Prepara así la defensa numantina del control de una compañía que compró al precio simbólico de una peseta, y posee unos recursos de más de 80.000 millones sin aflorar en el balance.

La Seda de Barcelona es la mayor productora nacional de fibras químicas. Su actual modelo de gestión arranca en el espíritu del desarrolismo español de los sesentas y su estructura de propiedad ejemplifica la alianza entre los grupos internacionales y la vieja oligarquía del sector. Laureano Lopez Rodó -gerente del Plan de Desarrollo- fue uno de sus impulsores y Vicente Mortes, ex ministro de Vivienda de Franco, presidió la compañía durante muchos años.

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