La diosa, de amarillo
El monumento a la diosa Cibeles, el más representativo de Madrid, apareció el viernes por la noche pintado de un color amarillento en la parte delantera de la estatua. Un policía municipal que vigilaba el tráfico la vio brillar con luz propia, que resultó ser una pintura reflectante. No se trata de ningún reclamo publicitario, sino de la obra de un gamberro o de un perturbado, según supone la Policía Municipal, que además dejó abandonado el bote de pintura a los pies dela diosa. Los servicios de limpieza no devolvieron ayer a la estatua su aspecto habitual, y fuentes de la policía local aventuraban anoche que hasta el lunes no acudirán las brigadas. En la fotografia aparece una parte más clara y otra oscura. La primera corresponde a la zona pintada por el artista anónimo.
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