Japón y Estados Unidos se enfrentan en la Organización Mundial de la Salud
La cúpula de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sufre una crisis sin precedentes tras la decisión de su director general, el japonés Hiroshi Nakajima, de relevar de su cargo a su adjunto, el argelino Mohamed Abdelmoumène, candidato a sucederle el próximo mes de enero. En la batalla diplomática están por un lado Estados Unidos, que apoyan a Abdelmoumène, y los japoneses, grandes contribuidores a este organismo de la ONU, que quieren conservar este importante puesto.En una circular enviada en los últimos días a los aproximadamente 5.000 empleados de la OMS, Nakajima justifica su decisión al afirmar "ya no es posible dirigir de forma armoniosa y eficaz la organización con un estado mayor tan manifiestamente dividido". El director general precisa que el antiguo miembro del consejo sigue gozando del mismo tratamiento y adscrito laboralmente a la OMS.
La decisión de Nakajima ha debilitado todavía más su posición política, ya que sus métodos, de gestión han sido criticados de forma creciente con anterioridad. Coleccionista muy conocido, Nakajima también ha estado, implicado en un incidente sobre: la compra de iconos rusos confiscados por la aduana de ese país. El servicio de información de la OMS indicó el martes pasado que este asunto se remonta a julio de 1991, a raíz de una visita de Nakajima a Rusia en el marco del programa de la OMS para la ayuda a las víctimas del accidente de Chernóbil. Iconos por un valor total de 150 dólares (14.000 pesetas) comprados por el director general de la OMS, "fueron conservados por las autoridades aduaneras", según la nota. Fuentes cercanas a Nakajima han subrayado que éste considera cerrado el incidente.
Japón reivindica un papel creciente en el sistema de Naciones Unidas y ha decidido defender el puesto de Nakajima al frente de una de las cuatro grandes agencias de la ONU, junto a la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La misión diplomática japonesa ha apoyado la reelección de Najahima por otro mandato de cinco años.
La personalidad y la forma "liosa" de trabajar de Nakajima son los aspectos que merecen más críticas, según sus adversarios, que sin embargo no tienen más que elogios para la otra persona de la misma nacionalidad en un alto cargo de la ONU, la japonesa Sadako Ogata, alta comisaria para los refugiados.
Tras el anuncio de que Argelia va a presentar como candidato a Abdelmoumène, antiguo decano de la Facultad de Medicina de Argelia, de 55 años de edad, ha aumentado constantemente el número de sus partidarios. Estados Unidos ha dicho claramente que le apoyará frente a Nakajima. La CE, y por lo tanto España, hará pública su postura el próximo mes de septiembre.
El presupuesto anual de la OMS alcanza los 355 millones de dólares, de los que Estados Unidos aporta 97 millones, Japón 40, Francia 22 y Argelia sólo 0,556 millones.
