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GUERRA EN LOS BALCANES

La comunidad internacional advierte a Serbia que no aceptará la partición de Bosnia-Herzegovina

La conferencia internacional de Londres sobre la guerra en los Balcanes se inauguró ayer con grandes proclamas de los oradores en favor del respeto incondicional a las fronteras de Bosnia-Herzegovina y muy serias advertencias a Serbia y sus fuerzas en la república vecina de que afrontará la marginación total en Europa y en la comunidad internacional si persiste en su política de limpieza étnica, deportación forzosa, crímenes de guerra y establecimiento de campos de detención o de concentración para civiles no serbios.

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El primer ministro británico, John Major, abrió la conferencia advirtiendo a "la gente que puede acabar esta guerra y que se halla en esta sala" que "el mundo no perdonará a aquellos que lo impidan". Major declaró que las tareas prioritarias a afrontar son la ayuda humanitaria a los millones de víctimas de la guerra, el fin de las violaciones de los derechos humanos y los crímenes de guerra, así como el juicio a los responsables de los mismos. Con ello hacía una defensa a ultranza del respeto a las minorías, y expresaba claramente que el mundo no tolerará la modificación de fronteras por la fuerza. "La comunidad internacional no aceptará que Bosnia sea dividida mediante conquista. Se equivocan aquellos que creen poder conseguir la aceptación internacional para sus ventajas adquiridas por medios militares", dijo Major en una clara referencia a Serbia y en menor medida a los sectores del Gobierno croata que también buscan una repartición entre Serbia y Croacia de Bosnia-Herzegovina. Desde el ministro turco al alemán, pasan do por intervenciones especialmente duras -como la holandesa, que pedía la intervención armada inmediata contra Serbia-, todos los oradores condenaron las prácticas de limpieza étnica y otras medidas adoptadas por las fuerzas serbias en Bosnia.

Todos ofrecieron a Serbia y Montenegro ayuda si cambian su conducta, y amenazaron con el ostracismo internacional si perseveran en la actual. "¿Quieren ser considerados parte de Europa? ¿Quieren ser parte de la comunidad mundial? Bien, pero tienen ustedes que aceptar los cánones del resto de Europa y del mundo", manifestó Major. El ministro turco no fue el único en utilizar el término genocidio para las prácticas serbias en los territorios ocupados. Advirtió que si el mundo no pone fin con los medios necesarios a esta política, "las consecuencias serán desastrosas para todos" y que la guerra podría muy pronto extenderse a Kosovo, a Macedonia y a todos los Balcanes.

[La Conferencia Islámica Internacional, compuesta por 47 países, condenó ayer a Serbia por la utilización de una "fuerza ciega y brutal" en Bosnia y urgió a las Naciones Unidas a considerar una acción militar a no ser que ésta termine, según informa la agencia Reuter.]

Nada más abrirse la reunión Con las 35 delegaciones invitadas por la presidencia británica de la Comunidad Europea y el secretariado de las Naciones Unidas, el representante de las fuerzas serbias en Bosnia-Herzegovina,Radovan Karadzic, abandonó la sala al comprobar que no estaba incluido entre los participantes y era relegado a una sala de observadores. [Karadzic anunció más tarde que estaba dispuesto a un acuerdo político que incluyera la devolución del 15% de los territorios conquistas por sus fuerzas.]

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Tres resoluciones a debate

Major anunció que la conferencia debatiría entre ayer y hoy los borradores de tres resoluciones. Una se refiere al programa de acción de esta reunión que, tras sus dos jornadas en Londres, pasará a celebrarse de forma permanente en Ginebra para coordinar el programa de acción conjunta de la CE y la ONU en la región en crisis.

Las otras dos resoluciones, una dedicada a Bosnia-Herzegovina y la otra a Serbia, establecerán la postura común a que pueda llegar el foro. La que se refiere a Serbia podría incluir desde un reforzamiento de las sanciones hasta un aislamiento total y una intensificación de la vigilancia del embargo en las mismas fronteras de Serbia y Montenegro. El embargo ha sido violado continuamente y con gran facilidad a través de países como Grecia y Rumania y a través del Danubio desde Rusia. Estos tres países son los únicos con abiertas simpatías por la causa de Serbia.

Todos tienen enemigos

"¡Asesino, asesino!". El líder de las fuerzas armadas serbias, en Bosnia, Radovan Karadzic, fue recibido ante el palacio de congresos Reina Isabel, II, frente a la abadía de Westminister, por unas decenas de musulmanes bosnios y albaneses de Kosovo que pedían en pancartas su inmediata detención y enjuiciamiento, como criminal de guerra.A escasos metros, un grupo con banderas de Serbia. sostenía carteles que gritaban, " ¡abajo las sanciones!" y, "Serbia no se toca". Tres budistas en sus atuendos color franela tocaban sus tambores, y entonaban su letanía.

El palacio de congresos está sometido a severísimas medidas de seguridad que no parecen exageradas ante la cantidad de enemigos irreconciliables con que cuentan algunos de los líderes asistentes a la conferencia. El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, y su aún aliado, el presidente de Montenegro, Momir Bulatovic, llegaron juntos en sendos Bentleys oficiales, rodeados de guardaespaldas. Su presencia, confirmada hace tan solo unos días, era el modestísimo primer éxito de esta conferencia internacional. Nadie excluía ayer en Londres que pudiera acabar siendo el único.

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