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García Vargas confirma a la oposición que España enviará entre 300 y 400 legionarios a Yugoslavia

Miguel González

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, ha contactado en las últimas horas con los principales grupos de la oposición para anunciarles que España aportará entre 300 y 400 legionarios al contingente que la Unión Europea Occidental (UEO) enviará a la ex república yugoslava de Bosnia-Herzegovina (ver EL PAÍS del pasado viernes). Su misión será proteger los convoyes con ayuda humanitaria. Varios de los interlocutores de García Vargas declinaron ayer revelar el contenido de la conversación, alegando que es al Gobierno al que le corresponde informar a la opinión pública.

Fuentes gubernamentales confirmaron que el contingente español estará formado por entre 300 y 400 legionarios, equivalentes a dos compañías, dotados con vehículos BMR (Blindados Medios sobre Ruedas) y armamento ligero, para autodefensa. También contará con una unidad de apoyo logístico y otra de comunicaciones.Casi una veintena de legionarios españoles han permanecido durante el último año en Yugoslavia, formando parte de la unidad de transporte que el Gobierno español ofreció a la misión de observadores de la Comunidad Europea (CE).

Las tropas españolas se integrarán en un contingente multinacional que los ministros de la Unión Europea Occidental (UEO) decidirán mañana en Londres poner a disposición del secretario general de Naciones Unidas, Butros Gali, para el cumplimiento de la resolución 770 del Consejo de Seguridad, que autoriza el empleo de la fuerza para asegurar la llegada de la ayuda humanitaria a la población civil afectada.

Con bandera de la ONU

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El Consejo de Ministros estudiará mañana también los detalles de la operación, de la que será informado el Parlamento durante la primera quincena de septiembre. Todos los militares del contingente español serán profesionales o voluntarios.

La fuerza europea estará formada por poco más de 5.000 hombres, de los que Reino Unido, Francia e Italia aportarán unos 1.500 cada uno; España, entre 300 y 400; y Bélgica y Portugal, cantidades por concretar. Alemania, impedida constitucionalmente para intervenir en el exterior, dará soporte material a la operación, mientras que Holanda se limitará a mandar algún conductor.

Según las fuentes consultadas, el contingente de la UEO contará con un mando unificado, que se subordinará al jefe de la misión de Naciones Unidas para Yugoslavia (Unprofor) y se coordinará con los responsables de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR). Se tratará, en consecuencia, de una misión "bajo bandera de la ONU", aunque organizada por la UEO, y no de una intervención simplemente legitimada por el Consejo de Seguridad, como fue el ataque aliado contra Irak durante la guerra del Golfo.

El envío de la fuerza europea estará condicionado a la consecución del alto el fuego y la existencia de un acuerdo, al menos tácito, entre las partes. La conformidad de las partes será sondeada durante el desarrollo de la Conferencia de Paz para Yugoslavia inaugurada ayer en Londres, cuya clausura coincidirá con la reunión de los ministros de la UEO.

Las fuentes consultadas hicieron hincapié en que, dado el escaso volumen de la fuerza, el acuerdo de las partes es indispensable. Dicho acuerdo no supondría, sin embargo, que la operación careciera de riesgo, ya que siempre cabrían ataques de grupos más o menos incontrolados o de francotiradores. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, ya advirtió el viernes en el Congreso del riesgo de bajas de soldados.

Si las condiciones se cumplen, el contingente español podría salir para Yugoslavia, por vía marítima sobre todo, en una o dos semanas de plazo. En el caso de que la operación se prolongara, los legionarios serían relevados previsiblemente por efectivos de la Brigada Paracaidista (Bripac).

La operación diseñada el lunes en Roma por los expertos de la UEO es mucho más modesta que la prevista inicialmente, que suponía el envío de un mínimo de 100.000 soldados a Bosnia para crear un pasillo humanitario entre el puerto croata de Split y la sitiada capital de Bosnia, Sarajevo.

El ofrecimiento de la UEO a Butros Gali se produce después de que la OTAN haya descartado una intervención militar en Yugoslavia, lo que supone que no habrá tropas de Estados Unidos ni de Turquía. No obstante, la Alianza Atlántica prestará apoyo logístico al dispositivo de la UEO.

España ha ofrecido también 20 oficiales para el control del armamento pesado en Bosnia, aunque esta operación, como la de vigilar el embargo en las fronteras terrestres y fluviales, está menos perfilada que la protección a los convoyes.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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