El fallo de Bush
( ... ) El mayor fallo de George Bush ha sido su incapacidad para convencer a los ciudadanos de que tiene una receta coherente y viable para los males que padece el país. No es que la Casa Blanca se haya quedado sin ideas: un aluvión de leyes ha sido enviado al Congreso: educación, salud, delincuencia, energía, etcétera. Bush tiene planes para todas ellas, pero una iniciativa tras otra ha quedado bloqueada y olvidada. Bush culpa a los demócratas del Congreso y pide que se ponga fin a la división de gobierno. Se trata de un postulado peligroso. Si los estadounidenses quieren acabar con un Gobierno dividido, su apuesta más fácil sería la de elegir a Clinton. Bush debe convencer de que puede gobernar, con independencia de quien controle el Congreso, o. bien perseverar en la poco atractiva promesa de cuatro afios más de bloqueo. ( ... ) Si un presidente cree de veras en sus ideas, sabe vendérselas al electorado y ganar su apoyo, el Congreso se apaciguará como un cordero. Así ocurrió con el juego de manos de Reagan y su presupuesto de 1981 o con el propio Bush cuando decidió ir a la guerra contra Irak. ( ... ) El gran misterio del mandato de Bush ha sido el de cómo un hombre tan seguro en la arena internacional puede resultar tan confuso y desorientado en casa, donde ha perdido su fe en el atractivo esencial del conservadurismo: una nación consciente de su decadencia desea en lo más profundo que se le diga cómo luchar contra ella. ( ... ) 15 de agosto