_
_
_
_
_

El fallo de Bush

( ... ) El mayor fallo de George Bush ha sido su incapacidad para convencer a los ciudadanos de que tiene una receta coherente y viable para los males que padece el país. No es que la Casa Blanca se haya quedado sin ideas: un aluvión de leyes ha sido enviado al Congreso: educación, salud, delincuencia, energía, etcétera. Bush tiene planes para todas ellas, pero una iniciativa tras otra ha quedado bloqueada y olvidada. Bush culpa a los demócratas del Congreso y pide que se ponga fin a la división de gobierno. Se trata de un postulado peligroso. Si los estadounidenses quieren acabar con un Gobierno dividido, su apuesta más fácil sería la de elegir a Clinton. Bush debe convencer de que puede gobernar, con independencia de quien controle el Congreso, o. bien perseverar en la poco atractiva promesa de cuatro afios más de bloqueo. ( ... ) Si un presidente cree de veras en sus ideas, sabe vendérselas al electorado y ganar su apoyo, el Congreso se apaciguará como un cordero. Así ocurrió con el juego de manos de Reagan y su presupuesto de 1981 o con el propio Bush cuando decidió ir a la guerra contra Irak. ( ... ) El gran misterio del mandato de Bush ha sido el de cómo un hombre tan seguro en la arena internacional puede resultar tan confuso y desorientado en casa, donde ha perdido su fe en el atractivo esencial del conservadurismo: una nación consciente de su decadencia desea en lo más profundo que se le diga cómo luchar contra ella. ( ... ) 15 de agosto

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_