Sin probar bocado por el 7,5%

Los ciudadanos de Huelva vuelven a estar protegidos contra los frecuentes incendios del verano. Los bomberos de la localidad abandonaron anoche la huelga de hambre que mantenían desde hace siete días para reclamar una subida salarial del 7,5% y un complemento de incompatibilidad profesional.El ayuno de los bomberos terminó tras una reunión con el alcalde socialista, Juan Ceada, que prometió que no se tomarán represalias y se retirarán los expedientes sancionadores a los huelguistas. La negociación del convenio continuará a través de la Junta de Personal del Ayuntamiento de Huelva.

El parque de bomberos de Huelva estaba ayer bajo mínimos. Tras el último reconocimiento médico, sólo quedaban en servicio cinco personas: el primero y el segundo jefe de servicio, un telefonista, un bombero conductor y el sargento de guardia. Una ambulancia de la Cruz Roja ha montado guardia a las puertas del parque municipal sin dejar de traer y llevar bomberos a los hospitales, donde se les inyectaba suero intravenoso.

"La última vez que comí algo sólido fue el viernes, a la una de la tarde, y aunque no recuerdo el sabor del gazpacho, tengo fuerzas para estar una semana más sin probar bocado", decía uno de los telefonistas, que, junto a los más veteranos, recordaba el último encierro que protagonizaron en el parque, hace 17 años: "Sólo nos encerramos 10 días, y en ningún momento llegamos a una situación tan extrema".

La salud de los bomberos, que sólo tomaban suero fisiológico preparado por ellos mismos con agua, azúcar, limón y bicarbonato, era ya muy grave. El goteo de ingresos en hospita les aumentaba de ritmo, aunque muchos de los huelguistas regresaban al parque tras unas horas en cama.

Los sindicatos habían aconsejado a los huelguistas que abandonaran el encierro para luego negociar sin el estómago vacío. No se han han producido incidentes de gravedad, pero incluso la gobernadora civil de Huelva, Violeta Alejandre, había advertido: "Es una temeridad que un hombre que lleva tantos días sin comer se suba a una escalera".

Los bomberos habían preparado una serie de normas sobre el uso del teléfono, las camas o el televisor. "Hemos pasado muchas horas viendo películas hasta que aparecía un restaurante y teníamos que apagar el televisor", dice uno de ellos. A pesar de la ansiedad han estado muy unidos. "Si es necesario, nos tendrán que sacar de aquí con los pies por delante", decía Manuel Canelo, representante sindical.

Otros parques de bomberos españoles han mostrado su apoyo a los bomberos en huelga. Una representación de los bomberos de Sevilla llegó a Huelva a darles ánimos. Las amas de casa de los barrios cercanos les ofrecieron también su apoyo. "Dicen que ellas irán a sofocar los incendios si nosotros no podemos". Hasta los policías locales, con las mismas reivindicaciones laborales, realizaron todos los días estruendosas caceroladas junto al Ayuntamiento, y se dejaron el reloj en casa para no poner multas.