Una nueva comisión inspectora de la ONU viaja a Bagdad

Los miembros de una nueva comisión inspectora de armamento de las Naciones Unidas volaron ayer desde Nueva York hacia Bahrein y Bagdad, donde se espera que lleguen el viernes. El grupo está encabezado por un experto ruso y tiene previsto realizar un nuevo control de los programas de armamento de Irak, después del efectuado hace unos días en el Ministerio de Agricultura, al cabo de un largo forcejeo entre Bagdad y Washington.La nueva inspección se produce en medio de la polémica y escaramuzas verbales, suscitadas por el segundo aniversario de la invasión iraquí de Kuwait, el 2 de agosto de 1990. En Bagdad, Al Saura, periódico del partido Baaz, en el poder, advirtió a los kuwaitíes que la protección norteamericana no va a ser eterna. "El día que el petróleo desaparezca o que se reduzca su importancia, la flota, los buques de guerra y los soldados americanos se irán [de Kuwait]", afirma el diario.

Varios periódicos iraquíes han publicado en estos últimos días fotos del presidente, Sadam Husein, rezando en la capital de Kuwait después de la invasión, con el pie: "Con la voluntad de Dios, eso volverá a suceder".Pero el aparato bélico norteamericano sigue, por ahora, bien visible en la zona. Varios centenares de marines con material pesado desembarcaron ayer de unos vehículos anfibios en las costas de Kuwait para el inicio de unas maniobras militares comunes, las más importantes desde la guerra del Golfo.

Se trata de la primera fase de los ejercicios, llamada con el nombre evocador de Porra Impaciente. La segunda fase de las maniobras conjuntas prevé el despliegue de los soldados en el desierto, en el interior del emirato kuwaití.