Tres empresas dejan un legado tóxico de 180.000 toneladas de pesticida en el País Vasco y Aragón
Tres empresas dedicadas a producir pesticida lindano han dejado tras su cierre una herencia tóxica superior a las 180.000 toneladas de residuo tóxico. Bilbao Chemical, SA; Industrias Químicas del Noroeste (Inquinosa) y, en menor medida, Celamerk han contaminado alrededor de 35 puntos del país con vertidos legales e ilegales. El Gobierno vasco informará en septiembre sobre el resultado de la técnica BCD para reciclar el residuo.
La empresa vizcaína Bilbao Chemical, SA, radicada en Barakaldo (Vizcaya), es reponsable de la mayoría de las 80.000 toneladas de residuo de lindano esparcido por 28 vertederos ilegales vascos. Comenzó su actividad productiva en 1953 bajo el nombre de Insecticidas Condor, SA, y en 1960 se produjo la segregación, apareciendo Standard Química, SA. Sus bienes son adquiridos en pública subasta por Cielmar España, SA, en 1983, y pasa a denominarse Bilbao Chemical Cielmar España, SA.Un informe interno realizado conjuntamente por tres asesorías medioambientales para la Diputación General de Aragón vincula a la empresa vizcaína con la creación de Inquinosa. La apertura de una planta -Aragonesas- en Sabiñánigo (Huesca) para obtener cloro a través de electrolisis "indujo a la empresa Bilbao Chemical a establecer [en 19751 una planta de fabricación del pesticida lindano en las proximidades de Aragonesas. De esta forma daba una alternativa a su planta de Barakaldo, con crecientes problemas por presiones medioambientales, y pudo seguir con la producción de lindano. Curiosamente la empresa se denominó Industrias Químicas del Noroeste (Inquinosa)", según el citado documento.
En la solicitud de licencia municipal, Inquinosa afirma que "la instalación producirá 4.500 toneladas al año de isómeros no activos sólidos que serán transportados y tratados en la factoría que el propio grupo tiene en Gallarta (Vizcaya). Como consecuencia, no hay vertidos sólidos". En 1988 admite en un informe entregado a la Comisión Provincial de Medio Ambiente de Huesca que, "desde 1975 hasta mediados de 1978, los residuos sólidos y líquidos se enviaban a Standard Química Bilbao". Sin embargo, el director general de Inquinosa, Jesús Herboso, insiste en negar "cualquier relación" con la empresa Bilbao Chemical.
Aunque el informe de la Diputación aragonesa cifra en 60.000 las toneladas de residuo tóxico abandonadas con autorización municipal en los vertederos de Sardás (1980-1984) y Bailín (1984-1989), Herboso. ha admitido a este periódico que el total de toneladas de residuo vertido se acerca a las 100.000. El documento interno de la Diputación de Aragón, de diciembre del año pasado, concluye que la actividad de Inquinosa ha "contaminado seriamente el terreno" que rodea a la fábrica, el río Gallego, los sedimentos del embalse de Sabiñánigo y los vertederos de Sardás y Bailín. La elevada concentración en ambos vertederos de dioxinas (2.633 ng/kg) -el veneno cancerígeno que produjo la tragedia de Seveso- obliga a considerar el vertido como "un residuo de dioxinas". En todas la zonas afectadas, el informe aboga por una "urgente actuación" de recuperación medioambiental. En concreto se critica el emplazamiento del depósito de Bailín, en una zona de alta permeabilidad, "donde jamás debió construirse un vertedero", y añade que "a largo plazo es una bomba de tiempo para la calidad de las aguas del [río] Gállego".
Inquinosa cerró la fábrica en junio de 1989; Bilbao Chemical, en 1987, y Celarmerk (Nexa-Química, SA), en agosto de 1983, ante la imposibilidad de hacer frente a los residuos producidos. Por cada tonelada de pesticida lindano se generaban nueve de residuos, totalmente inservibles pero de alta toxicidad.
El método BCD con el que el Gobierno vasco intenta ahora reciclar los residuos ha sido ensayado con éxito en un laboratorio de la Agencia Americana del Medio Ambiente (EPA) y, según el Ejecutivo autónomo, su actividad no produce dioxinas.
El tortuoso camino legal
"No descartamos sanciones y actuaciones de ningún tipo. Vamos a solucionar el problema del lindano en Euskadi con los empresarios responsables de los vertidos ilegales o por encima de ellos", afirma el viceconsejero de Medio Ambiente, Xabier Garmendia. La realidad es más complicada. La única sentencia dictada contra el responsable legal de Bilbao Chemical, Pedro María Parra Ríos, le condenó a 100.000 pesetas de multa por delito ecológico "en grado de tentativa", según resolución de la Audiencia de Palencia. Bilbao Chemical intentó deshacerse en 1988 de 70 toneladas en Borobia (Soria) y de 360 lloneladas en Cabria (Palencia).El juez Agustín Hernández, del Juzgado número 1 de Barakaldo, instruye la denuncia por delito ecológico presentada en 1989 por la fiscalía del País Vasco. Hernández cree que "hay muchas posibilidades de aplicar el 347 bis (delito ecológico) porque las pruebas son contundentes". En breve se tomará declaración a los miembros del consejo de administración de Bilbao Chemical SA.
El Tribunal comunitario de Luxemburgo archivó sin sanción alguna una denuncia presentada contra Inquinosa por incumplimiento de la legislación medioambiental.
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