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Tribuna
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Huéspedes

Desde hace semanas, radios y periódicos, principalmente, han opinado para mal y para regular. sobre la visita de Fidel Castro. Me sorprende la capacidad de maniqueísmo o de olvido que puede llevar a convertir a Castro en la persona no grata de la Conferencia Iberoamericana, cuando a esa conferencia han acudído políticos a los que la conciencia democrática universal sólo les daba pánico: desde un organizador de es cuadrones de la muerte, corresponsable de la desaparición de decenas de miles de sus compatriotas y del asesinato de un obispo, hasta arrepentidos del golpismo, pasando por caricaturas del limpio juego democrático legitimados por 100 años de dictadura, soledad, narcotráfico y otras corrupciones oligárquicas. Los políticos iberoamericanos reunidos en Madrid se han mostrado pesimistas sobre la relación huevo gallina entre la democracia y el desarrollo. tienen razón los que ofrecen la evidencia de que las dictaduras de tan distintas lógicas no han solucionado el problema del subdesarrollo económico, pero los que desde hace unos 10 años vienen vendiendo la ex traña receta de que el liberalismo económico más "sincero" es el que creará las estructuras y superestructuras democráticas, por un sistema de impregnación -supongo yo-, ahí tienen el escepticismo de - estos líderes iberoamericanos ante el trato recibido, por los dueños de los precios, lo mercados y los ensamblajes con el sistema económico universal.

Las a veces tragicómicas democracias iberoamericanas ni siquiera han recibido compensaciones importantes por su cambio formal. Al contrario. Como se tomen en serio lo de la soberanía democrática otorgada por las urnas, van a ser bloqueadas, ya no como residuos del peligro comunista como la Cuba de Castro, sino como criadas respondonas que no tienen con qué amenazar, ni puerta donde llamar si son despedidas.

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