La 'sábana' de conducir
Con mi recién estrenado documento nacional de identidad, formato tarjeta de crédito, pensé que mi cartera se podría reducir de tamaño, a una simple tarjetera. Pero, sin embargo, un objeto extraño me estorba, se despliega buscamente y me obliga a continuar con complicados mecanismos tecnológicos para poder dominarlo. Se trata naturalmente del embarazoso carné de conducir: ¿por qué tan grande?, ¿por qué tan feo? La mitad está ocupado por interminables líneas de asteriscos que van de un lado a otro, el reverso está vacío, se deteriora rápidamente y si lo plastificas es todavía más engorroso.Hoy día, que todo se diseña y se hace más cómodo, contamos todavía con una reliquia del pasado: la sábana de conducir.-
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