Escobar impone ocho condiciones al Gobierno de Colombia para entregarse

El Gobierno colombiano rechazó ayer una oferta de Pablo Escobar de entregarse de nuevo a la justicia a cambio del cumplimiento de ocho condiciones. "El Gobierno sólo acepta una entrega incondicional y garantiza un juicio justo y la reclusión de los narcotraficantes en un sitio seguro", asegura un comunicado oficial al responder a la propuesta de Escobar, que, entre otras cosas, exige su regreso a la cárcel de Envigado y la reincorporación a la misma de los guardianes que ayer fueron destituidos junto con los dos directivos del penal. Coincidiendo con ello, el jefe de la fuerza aérea de Colombia, general Hernando Monsalve, presentó ayer su renuncia tras reconocer errores de los hombres bajo su mando, que condujeron a la fuga del jefe del narcotráfico.

El general Monsalve no se consideró culpable de la fuga de Escobar y sus hombres, aunque admitió que, como jefe encargado de la fuerza aérea, es responsable de los errores de los hombres bajo su mando que, en algún grado, entorpecieron la operación militar para hacer frente al amotinamiento de los presos que se negaron a acatar la orden de traslado a una guarnición militar.Según fuentes militares, Monsalve -que ocupaba provisionalmente la jefatura de la fuerza aérea mientras el titular estaba de vacaciones-, presentó su renuncia tras una fuerte discusión con el ministro de Defensa, Rafael Pardo, quien le pidió explicaciones por el retraso de los aviones oficiales para transportar los refuerzos destinados a controlar el amotinamiento.

En un comunicado anterior al del rechazo de la oferta de Escobar, el Gobierno de César Gaviria intenta responder a los 16 interrogantes más importantes que se han planteado alrededor de la acción militar que terminó con la fuga del más peligroso narcotraficante del mundo. Pero los interrogantes se mantienen.

Contradicciones

El Gobierno dice: "Los dos funcionarios tomados como rehenes por los narcotraficantes, ingresaron por iniciativa propia al penal para informar a Escobar de la decisión del Gobierno de trasladarle de penal". Uno de estos rehenes, el director general de Prisiones, dice todo lo contrario: "Cumplimos órdenes oficiales".

Un jurista de Medellín consultado ayer por este diario aseguró que el Gobierno actuó con debilidad, con falta de autoridad, casi con reverencia ante los zares de la droga. "¿Quién dijo que el Gobierno debe comunicar a los presos sus decisiones? Si iban a trasladar a Pablo Escobar, simplemente debieron llegar allí dos hombres armados y llevárselo.

En el comunicado del Gobierno se asegura que "durante todo el operativo el Ejército rodeó completamente el penal para evitar una posible fuga". Y algo nuevo: se temía la fuga de Pablo Escobar desde hace varios días cuando el Gobierno confirmó que a la cárcel La Catedral entraban y salían libremente hasta peligrosos delincuentes.

Las miles de versiones que se han dado no han hecho sino crear confusión. Claridad es lo que pide el pueblo de Colombia. Entre tanto, el ciudadano común dice que no vale la pena forzar el entendimiento. "A Pablo le incumplieron y ante una traición cualquiera reacciona con violencia. No importa saber cómo ni cuándo se fugó; lo que hizo estuvo bien hecho", dice.

Todos en Colombia quieren saber quiénes fueron los culpables del fracaso del operativo. Y en esta cacería, muchos empezaron ya a lavarse las manos. "No tenemos culpa de la fuga, afirman las fuerzas militares". Así titula El Tiempo un informe publicado ayer. En él se revela que altos mandos castrenses alertaron al presidente sobre los riesgos de la operación de traslado.

En la noche del jueves se conocieron los primeros castigos: fueron destituidos el director y subdirector del penal de Escobar y 26 guardianes.