Democracia, libertad y derechos humanos, ejes de la declaración final

El grueso documento de conclusiones que aprobarán hoy los jefes de Estado iberoamericanos, después de la última discusión, empieza con, unas declaraciones de principio que dieron lugar, según fuentes diplomáticas, a encarnizadas discusiones durante las sesiones preparatorias.En el texto finalmente aprobado durante una última reunión, el miércoles, de los ministros de Exteriores, los firmantes expresan su "compromiso con la democracia representativa, respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales como pilares que son de nuestra comunidad". Añaden que "la salvaguardia de estos valore? supone "un desarrollo equilibrado y justo, cuyos beneficios alcancen a todos".

A la vez que defienden los valores democráticos, los participantes en la cumbre rechazan que puedan ser impuestos desde fuera y de manera violenta.

"Nuestro propósito es el de una sociedad libre, abierta y pluralista, con pleno ejercicio de las libertades individuales", señala el texto. "El diálogo y la negociación entre todos los poderes y la colaboración de todos los sectores sociales, sin injerencias externas, son la mejor forma de fortalecer los sistemas democráticos. Observamos con gran preocupación ciertas tendencias y actitudes que pretenden imponer soluciones de fuerza".

Secuestros

El documento alude de manera clara, aunque implícita, a la reciente sentencia del Tribunal Supremo de EE UU que da cobertura legal al secuestro en el extranjero de ciudadanos buscados por la justicia. Los firmantes "juzgan oportuno reiterar la necesidad de respetar absolutamente el pleno y exclusivo ejercicio por los Estados de la soberanía sobre sus territorios". La conferencia rechaza "interpretaciones que pretendan reconocer la posibilidad de la aplicación extraterritorial de las leyes de un país a otro".

Se expresará el apoyo a las políticas para "reestructurar las economías, liberalizar el comercio y conceder atención prioritaria a la integración regional". Reconocen, sin embargo, que estas políticas se tradujeron en un aumento de la "pobreza crítica" que puede "conducir a la inestabilidad política".

El documento alude en términos prudentes al problema de la deuda externa, que "exige el pago de elevadas sumas que disminuyen las posibilidades de inversión y obligan a efectuar recortes en el gasto público". No se preconizan medidas concretas, sino que se encomienda a los representantes de los países miembros ante el Comité de Desarrollo del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional la preparación de iniciativas para movilizar recursos financieros hacia América Latina".

El documento analiza programas de cooperación (véase EL PAÍS del 20 de julio) encaminados a la creación de un mercado común del conocimiento.