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Reportaje:

Pobres en la sombra

Amplias capas de población viven en situación límite, pero a efectos oficiales no son indigentes

El crecimiento económico de los últimos años ha mejorado la condición social de una gran parte de los españoles. Pero sigue habiendo pobres y, sobre todo, sectores de lapoblación que viven en un equilibrio precario que los cambios de la coyuntura económica o de las situaciones personales pueden destruir. Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de valorar la magnitud de estos fenómenos. Pero lo que más preocupa es saber cómo evolucionan. Las medidas económicas adoptadas ayer por el Gobierno, ylas que en un sentido restrictivo de los gastos sociales podrían aprobarse en un inmediato futuro, tenderán a empeorar la situación de estas capas menos favorecidas.

"Es probable que durante la década de los ochenta se haya producido en España ' un aumento de las situaciones de marginación". Así opina el sociólogo Jesús Leal."Aparecen nuevos grupos en riesgo de marginación", añadía el pasado 15 de junio en el Senado Matilde Fernández, la ministra de Asuntos Sociales. Pero el estadístico Julio Alcaide hace otro tipo de consideración: "Si la, renta por habitante ha crecido durante la década y su distribución no ha empeorado, cabededucir que el número de pobres ha disminuido sustancialmente".La reducción de las tasas de pobreza y del número de personas en situaciones extremas no impide que otros sectores de la población vivan en condiciones límite, aunque, estadísticamente y a efectos asistenciales, no merezcan la consideración de pobres. La vulnerabilidad de esas situaciones, el equilibrio precario en que se sustentan sus economías domésticas, es un elemento adicional que las define. Se desconocen las dimensiones de este fenómeno, a pesar de la importancia que ello puede tener en momentos de incertidumbre económica. Sólo hay hipótesis, y no todas coinciden.

La renta por habitante de los españoles ha aumentado más de un 35% desde 1980 ha sido un crecimiento récord en términos históricos y en relación con el que los demás países europeos han tenido durante ese periodo. Julio Alcaide opina que ese mayor bienestar -se ha repartido de forma bastante equitativa: "La distribución de la renta en España ha mejorado en el periodo 1975-1980, y no existe evidencia de que haya empeorado a partir de ese último año. Es cierto que algunos hogares con renta baja pueden haber perdido renta real, pero el crecimiento del empleo asalariado habrá afectado muy intensamente en el nivel de otros hogares también con bajo nivel de renta".

Precarización

El mayor volumen de empleo y los mejores salarios han elevado el bienestar de los sectores menos afortunados. El aumento de. las pensiones y de otros gastos sociales, incluidas las percepciones por desempleo, han contribuido significativamente a un nuevo equilibrio social. Pocos rechazan esas conclusiones generales. La polémica, en cambio, se centra en saber cuántos y qué sectores de la población quedan fuera de ese proceso y en cuál es la solidez de las situaciones de aquellos que figuran inmediatamente por encima de los anteriores en la escala social.

- Los sindicatos hablan de un aumento de la desigualdad como consecuencia de la llamada "precarización" del empleo, que, según ellos, produce inseguridad laboral y genera menores ingresos (según el INE, los trabajadores con contrato temporal, el 70% de los nuevos empleos, cobran un 37% menos que los fijos; otros estudios aseguran que la diferencia no llega al 10%). El economista Santos Ruesga, autor de una investigación sobre la economía sumergida en 1985, opina que una parte del colectivo que él estudió podría estar ahora peor que entonces.

Otros investigadores y, sobre todo, los asistentes sociales que están en contacto directo con los casos extremos describen graves situaciones de marginación, especialmente en las grandes ciudades: ancianos con ingresos muy bajos -el 78% de todas las pensiones son inferiores a las 50.000 pesetas mensuales-; colectivos que antes vivían en chabolas y para quienes lo único, siendo importante, que ha cambiado en sus vidas es que han recibido una vivienda, jóvenes con problemas de integración laboral y social; algunos tipos de parados de larga duración (no precisamente los acogidos a las jubilaciones anticipadas derivadas de las reestructuraciones de grandes empresas), y, cada vez más, mujeres con problemas -madres solteras o separadas o jóvenes que abandonan el hogar paterno- Son, o pueden ser, los nue vos marginados.

. Ese tipo de procesos no son exclusivos de España, preocupan cada vez más en Europa, y los motines raciales de Los Ángeles el pasado mes de mayo, han confirma o que a situacion es aun peor en Estados Unidos. Pero, en los países más desarrollados del continente, la marginación afecta sobre todo a colectivos de imigrantes.

En cambio, en España, donde sólo hay un millón de trabajadores procedentes de países subdesarrollados, el problema de la marginación incidiría en personas nacidas en el país. A los citados colectivos urbanos habría que añadir algunos de los que residen en zonas rurales en fuerte declive, que, si bien no son numéricamente significativos, tienen escasas posibilidades de mejorar su situación.

No hay datos recientes sobre la pobreza. "Tenemos escasa experiencia histórica en este tipo de análisis", dice César Galán, director. del gabinete de la ministra de Asuntos Sociales. "Las políticas de bienestar social se han empezado a aplicar en España hace pocos años, y también por ese motivo hay un retraso en las investigaciones", añade.

Marginados

Hace dos décadas, precisamente cuando la política de bienestar social alcanzaba su máxima intensidad en muchos de los países de la Europa desarrollada, en España la situación de amplios lectores habría hecho muy difícil, si se hubiera intentado, la medición de la pobreza como un fenómeno relativo, pues, en términos reales, afectaba a una parte sustancial de la población.

Se conocen, en cambio, las dimensiones de los colectivos a los que estrictamente se califica de marginados. Un millón de personas -sobre un total de, más de tres millones con esos problemas- son así consideradas por su condición de disminuidos físicos-, psíquicos o sensoriales y porque no perciben pensión o ésta es muy pequeña: la mayoría de ellos están al cuidado de sus familias. Hay 100.000 toxicómanos, y una parte de los dos millones de alcohólicos que supuestamente -existen se encuentran en situación de marginación.

En similar condición están cerca de 30.000 transeúntes, mendigos e indigentes sin hogar; buena parte de los 40.000 reclusos y 10.000 ex reclusos no reinsertados; unas 100.000 mujeres, entre ellas, las prostitutas callejeras; una parte de las 500.000 personas que forman el colectivo gitano, y la mayoría de los 200.000 inmigrantes extranjeros en situación irregular.

A la espera de datos fiables

Los datos más fiables que pueden indicar el volumen de la pobreza se elaboran con recuencias excesivamente largas. Los especialistas esperan las nuevas in formaciones que puedan derivarse de la próxima Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), que elabora el Instituto Nacional de Estadística.La última se hizo en 1981 y los análisis sobre la pobreza realizados a partir de la misma aparecieron varios años después. La investigación de Antoni Bosch, Carlos Escribano e Isabel Sánchez, tras trazar un mapa de la pobreza en el que sobresalía la mayor importancia porcentual que ésta tenía en, Andalucía, Castilla-León, Extremadura y Galicia, constataba "un aumento espectacular de la pobreza en Cataluña y Cantabria, así como un notable aumento en Madrid, Canarias y Castilla-La Mancha".

La nueva EPF debería publicarse antes de que termine este año, pero habrá que esperar aún más tiempo para conocer, tras los correspondientes análisis de sus resultados, la dimensión del problema que más preocupa a los expertos, es decir, la evolución y las nuevas formas de la pobreza y de la vulnerabilidad social en un contexto general de mejoría económica y del bienestar, como él que indica un dato, subjetivo, según se desprende de una encuesta realizada por el Ayuntamiento de Madrid: tres de cada cuatro habitantes de la ciudad considera que su nivel de vida -es mejor (un 40%) o muy superior (un 34,6%) que el de sus padres o suegros.

Además de la EPF, considerada la fuente más fiable por su metodología y por el tamaño de la muestra -60.000 entrevistas-, existe otro estudio sobre las dimensiones de la pobreza en España: se trata de una conocida y discutida encuesta realizada en 1984 por el equipo sociológico EDIS para Cáritas Española. Sus autores aseguraban que en aquel año más de ocho millones de personas (el 21% del total, mientras que según los estudios antes citados el problema afectaría tres años antes al 17 o 18%) se encontraban bajo el umbral de la pobreza, establecido, según criterios internacionales, en la mitad de la renta media por habitante.

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