La Comunidad rechaza que la plaza de Oriente se convierta en "una tienda"
El portavoz del Gobierno regional y consejero de Educación y Cultura, Jaime Lissavetzky, afirmó ayer que la Comunidad ve con buenos ojos la reforma de la plaza de Oriente, para construir un paso subterráneo y un aparcamiento público, pero se opondrá a que se transforme en "una gran tienda". Lissavetzky se mostró también sorprendido por la modificación de¡ proyecto del arquitecto Miguel de Oriol, que no ha sido comunicada a su departamento.
El responsable de Educación y Cultura precisó que la Dirección de Patrimonio Cultural no ha concedido autorización para las obras, sino para unas excavaciones arqueológicas que solicitó el propio Ayuntamiento de Madrid.Las modificaciones introducidas por el arquitecto autor del proyecto de reforma de la plaza de Oriente, presentadas en un debate público (véase EL PAÍS de ayer), aún no han sido notificadas a la Comunidad de Madrid. Miguel de Oriol ha eliminado una planta de aparcamientos, ha modificado los accesos a los subterráneos y ha prolongado el recorrido del túnel bajo la calle de. Bailén, que discurre en paralelo al palacio Real.
Lissavetzky aseguró que Patrimonio Cultural aún no tiene "conocimiento oficial" de estas alteraciones. "La Comunidad tiene competencia sobre zonas protegidas, y la plaza de Oriente lo es", advirtió.
"Policía medioambiental"
Por otro lado, el Gobierno regional que preside Joaquín Leguina aprobó ayer el proyecto de Ley de Vertidos Líquidos Industriales para proteger de la contaminación a la red de aguas residuales. La Comunidad, que ejercerá funciones de "policía medioambiental", impondrá multas de hasta 50 millones de pesetas a las empresas que viertan residuos tóxicos al alcantarillado.
La Comunidad también. ha acordado destinar 130 millones de pesetas para proyecto de cooperación al desarrollo en países de América Latina. La Asamblea de Madrid acordó hace dos años destinar el 0,1% de los presupuestos regionales a estos fines.
Sobre el pacto autonómico para la transferencia de competencias a las autonomías de vía lenta, el consejero Lissavetzky adelantó que las universitarias pasarán a depender del Ejecutivo regional en la presente legislatura. Ello traerá consigo el incremento de las plazas universitarias o bien la creación de una sexta universidad en Madrid.
Un portavoz de la Comunidad ha asegurado a Efe que el Gobierno regional es partidario, en materia universitaria, de un modelo similar al parisino; que aboga por la creación de más de una decena de centros con no más de 15.000 estudiantes cada uno.
Este portavoz agregó que los nuevos centros universitarios se regirán por el equilibrio territorial: se dará preferencia a las zonas del sur y oeste de Madrid. El resto de las materias educativas no serán transferidas en la actual legislatura.
Las transferencias de salud, por otro lado, ni siquiera están contempladas en el actual pacto autonómico, algo que le parece bien al consejero Lissavetzky: "El tremendo agujero que tiene la sanidad, podría perjudicar a los madrileños", subrayó.
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