Intelectuales europeos debaten el retorno a la política
Occidente padece una fuerte resaca después de la euforia de los años ochenta. En aquella época su propio crecimiento económico y la muerte del comunismo le hicieron augurar un porvenir eternamente radiante. A sus puertas arden ahora conflictos bélicos bajo la bandera del nacionalismo; en su interior, el crecimiento se estanca, el paro se dispara, estallan revueltas y prosperan la decepción y el populismo. Hoy comienzan en Montpellier los Encuentros de Petrarca, organizados por la cadena de radio Frante Culture, el diario Le Monde y EL PAÍS, con el objetivo de debatir el momento que atraviesa Occidente bajo el lema Volver a pensar la política.Los franceses Alain Finkielkraut y Gilles Martinet, los españoles Manuel Azcárate, Joan Culla, Antonio Elorza y el italiano Paolo Fabbri son algunos de los 18- filósofos, historiadores y periodistas invitados a responder a la siguiente pregunta: ¿no va ya siendo hora de que los políticos vuelvan a hacer política, en el sentido más clásico y noble de esta palabra?
Los discursos economicistas, la exaltación del pragmatismo y la hegemonía de los tecnócratas no sólo no logran convencer a los ciudadanos occidentales, sino que empujan a muchos de ellos a los brazos de caudillos populistas como Ross Perot o Jean-Marie Le Pen.
Al mismo tiempo que la democracia empieza a abrirse camino en la Europa del Este y América Latina y se convierte en la única esperanza de salvación para África y el mundo árabe, en las más viejas sociedades democráticas del planeta el desprestigio de las respectivas clases políticas alcanza límites peligrosos para el sistema.
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