"Luchamos contra la corrupción"
Cuauhtémoc Cárdenas, la bestia negra del régimen hegemónico del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México, se juega el próximo domingo en las elecciones a gobernador en el Estado de Morelia, su mayor feudo político dentro de la República, su proyecto de "cambio democrático". Este dirigente político asegura que "el voto libre y real será mayoritario" para su candidato Cristóbal Arias, y ha advertido que, de no reconocerse este pretendido triunfo, el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari se las tendrá que ver con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en las calles y en las plazas de todo el país.
Morelia Cuauhtémoc Cárdenas es hombre de timón fijo y no da su brazo a torcer. Lleva consigo el estigma de no haber podido ser presidente de la república en 1908, elección que, asegura, le ganó a Carlos Salinas de Gortari, y tiene una desconfianza absoluta en los resultados electorales del domingo. "El Gobierno ha montado toda una operación para arrebatamos la elección al precio que sea", sentencia. Y añade: "Lo único que saben hacer es manipular los votos, introducir el fraude y alterar los resultados. No tiene credibilidad el sistema electoral mexicano porque no hay rectitud en el proceso".Opina el dirigente del PRD que "el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari se ha venido transformando cada vez más en contendiente electoral, de manera que es todo el partido de Estado el que baja a la arena política y pone a disposición de sus candidatos, si es que se les puede llamar así, recursos técnicos, económicos, logísticos y administrativos en cantidades ilimitadas". En este sentido, Cárdenas indica: "Se han gastado en Morelia 30 millones de dólares, un tercio del presupuesto que va a emplear Ross Perot en su campaña en todo Estados Unidos. Eso no lo resiste un país con la pobreza que tiene México", dice aludiendo al aspirante multimillonario a las elecciones presidenciales norteamericanas.
A Cárdenas se le nota dolido, especialmente porque las encuestas de los periódicos, pese a ser el PRD una fuerza real y activa en este Estado devoto de su padre, el general Lázaro Cárdenas, y en donde él fue gobernador hasta 1986, no son favorables. Lo achaca al PRI, que, según él, "compra espacios, orienta noticias y alquila plumas". En su opinión, en el PRI "hay cada vez una conducta más cínica, y el pudor, si alguna vez existió, ya se ha perdido"
Política distinta
Según el líder del PRD, Morelia es "una oportunidad extraordinaria" para el partido gobernante, si se respetan los votos, "de poder sentar las bases de una política distinta, donde prime el respeto, la tolerancia y la apertura
Si ello se cumple, asegura Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD y él mismo a la cabeza estarían dispuestos a sentarse en una misma mesa con Salinas de Gortari, a lo que hasta ahora se han negado. "Yo estoy dispuesto al diálogo siempre que Salinas ofrezca una garantía pública de respeto al voto, de transitar hacia la democracia o de instrumentar una política distinta en el terreno económico. Lo que no estoy dispuesto es a que se manipule este posible encuentro mediante el control que tiene el Gobierno sobre los medios y aparezcamos como un partido que va a rendir banderas y a reconocer en Carlos Salinas lo que no representa" afirma.
Movilizaciones
Cárdenas es consciente de que, entre los sectores moderados de la política mexicana y entre algunas capas de la población, existe temor a una reacción violenta de su partido si el reclutado del domingo no le es favorable. Asegura que ni se van a quedar callados ni se van a ir a casa, y anuncia movilizaciones, si bien admite que las harán dentro del marco de la ley. "La lucha por el respeto al voto de los michoacanos, caso de que no sea reconocida nuestra victoria, la llevaremos a cuantas plazas de la república sea necesario, empezando por el zócalo de la ciudad de México".
El líder del PRD reconoce que ha cambiado mucho el mundo desde que aspiró a la presidencia de México -hace ahora cuatro años- e introdujo una nueva corriente política, en un país donde desde hace 63 años manda el mismo partido, que pretende el cambio desde la izquierda. Pese a ello, indica Cárdenas que su principal oferta es democratizar México y acabar así con uno de los pocos regímenes de partido de Estado que quedan en el mundo.
"Hay que emprender una política económica que tenga más en cuenta las condiciones de vida de la gente y reduzca esa concentración de ingresos que se da en México", explica. "Estamos por participar con equidad en la economía internacional. Nunca hemos estado por el aislamiento y tampoco hemos creído en el proteccionismo que, como la apertura, ha sido y es en nuestro país base para sostener la corrupción. Lo que no vamos es a limitar nuestra lucha porque haya caído el muro de Berlín, ya no exista la Unión Soviética y Estados Unidos se haya quedado como la única potencia militar del mundo. Los rateros siguen en el Gobierno de México, en los bancos y dominando la vida nacional. Y ésos son nuestros enemigos".
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