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La firma americana Nike no puede hacer publicidad en los Juegos Olímpicos

El Tribunal Constitucional ha rechazado el recurso de la marca estadounidense Nike, la firma de artículos deportivos número uno del mundo, que solicitaba la anulación de la suspensión cautelar de la venta de su ropa en España. La sentencia, dada a conocer a finales de junio, ha vuelto a ser recurrida. Nike tiene prisa porque los Juegos Olímpicos están a punto de comenzar y ha preparado una gran campaña publicitaria como marca patrocinadora del equipo de atletismo de Estados Unidos. El problema es que desde 1932 existe otra marca Nike en el Registro de la Propiedad Industrial español, cuyos propietarios son dos españoles que la compraron en 1981 por 25.000 pesetas.

La batalla legal se está desarrollando desde hace un año. El juzgado número 9 de Barcelona decidió en junio de 1991 suspender cautelarmente la publicidad, importación y comercialización de la marca Nike de Estados Unidos, tras una demanda de los dueños de la Nike española, una marca de calcetines, medias y géneros de punto que desapareció tras la Guerra Civil para reaparecer modestamente hace apenas un año.La Audiencia de Barcelona ratificó la suspensión cautelar, y no concedió la fianza que solicitó Nike de Estados Unidos. Sus abogados llevaron el tema al Tribunal Constitucional, que aceptó a trámite un recurso de amparo. Pero el pasado 30 de junio, el Constitucional rechazó otra petición de la firma americana para que anule la suspensión cautelar por la inmediatez de la celebración de los Juegos Olímpicos.

Un portavoz de la Nike americana estima en 20 millones de dólares (unos 2.000 millones de pesetas) las posibles pérdidas anuales ocasionadas por este conflicto.

Nike continúa como patrocinador de la selección olímpica de atletismo de Estados Unidos y puede proseguir con la venta de calzado deportivo, pero nada más. "Estamos decepcionamos. Esperábamos que el Tribunal Constitucional dictaminara a nuestro favor", dijo Lindsay Stewart, el abogado principal de Nike, en declaraciones al diario financiero Wall Street Journal.

La decisión de los jueces fue la última batalla de una guerra que libra Nike con los dos empresarios españoles, encabezados por el abogado Juan Amigó Freixas. Nike -nombre en griego de la diosa de la Victoria- es una marca registrada en España desde 1932, y Amigó Freixas y su socio, un ex distribuidor de la empresa, la compraron en 1981 por 25.000 pesetas.

Según un portavoz de Nike, los empresarios españoles están dispuestos a prestar el nombre a cambio de una compensación económica, pero la cantidad que piden es tan exorbitante, según los abogados, que ambos fueron calificados de "piratas". "Lo que está en juego es el futuro de nuestra imagen en España", declaró una portavoz de Nike.En teoría, la aduana española podría confiscar ropa con el nombre y anagrama de Nike, lo que podría significar dejar a la selección de atletismo de Estados Unidos desprovista de vestuario. Las estrellas norteamericanas en los Juegos, como el tenista Andre Agassi, los jugadores de baloncesto Michael Jordan, Scottie Pippen y David Robinson, y atletas como Carl Lewis o Mark Allen, podrían verse afectados por esta medida. La orden judicial sólo afecta a la venta de ropa deportiva y no al calzado.

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