"La salsa se come, no se escucha"
Es toda una leyenda. No anda lejos de los setenta años pero continúa en plena forma, como se puede comprobar viéndole aporrear los timbales en la película Los reyes del mambo. Acaba de publicar su disco número 100 y está en España para una gira con Celia Cruz, Oscar D'León y Cheo Feliciano. Tito Puente, el compositor de Oye cómo va, el ganador de cuatro Grammys, el hombre cuya estrella figura en el Hollywood Walk of Fame y que se confiesa devoto de la Virgen de la Merced, asegura que "la salsa se come, no se escucha".
Pese al evidente cansancio, su rostro posee el repertorio de gestos y muecas de un consumado actor cómico. Y es un guasón. A un periodista que se le acercó solicitándole una entrevista le contestó: "Sí, pero no me pregunte dónde, ni cuándo, ni por qué nací".Dice el colombiano César Pagano que en el universo de la música antillana raras veces la unanimidad converge sobre una misma figura. Es el caso de Puente, timbalero, vibrafonista, compositor y arreglista, nacido el 20 de abril de 1923 en Nueva York, en una familia de origen . puertorriqueño.
Con apenas 15 años era profesional, y, a finales de los cuarenta, tras haber tocado en las de Noro Morales, Machito o Curbelo, Tito Puente crea su propia orquesta. Son los años de la explosión musical cubana en Estados Unidos. Los tiempos gloriosos del Palladium, ubicado en Broadway con la calle 53 de Manhattan. "El Palladium era un salón de baile; hoy en día es un garaje", señala con expresión graciosa y resignada. "Allí se reunía toda clase de gente. No había grupos étnicos como se dice ahora. Iban a escuchar la música y a bailar el mambo, el cha-cha-chá...".
Es lo que intenta evocar la película Los reyes del mambo, en la que Tito Puente tiene un pequeño papel junto a Antonio Banderas. "La vi aquí en Madrid", comenta. "Me reconocieron en el cine y estuve firmando autógrafos. Me pareció simpático el doblaje de Celia con la ce española. Antonio hizo un buen papel, y con la película se nos han abierto muchas puertas porque llega a todos los sitios". Aunque ésta no ha sido su primera aparición cinematográfica. Ya en Días de radio, de Woody Allen, Puente hacía de director de orquesta, encarnando a su amigo Cugat.
Con Oye cómo va, que Santana grabó en 1970, Tito Puente, autor del tema, reconoce haber ganado mucho dinero. Pero no, le ha tentado el mundo del pop. "Nosotros tocamos las melodías y armonías del jazz que son bien progresivas, y tratamos de mantener los ritmos lo más criollos posibles. La combinación lo hace todo más excitante", dice. Tampoco es partidario del término salsa: "Es una palabra comercial. La salsa se come, no se escucha. En realidad es un mambo, un guaguancó; música del Caribe, música cubana".
Cuentan que barajó la posibilidad de retirarse al llegar a su disco cien. Por fortuna, parece que hay Tito Puente para rato, y más de una visita en perspectiva a la Virgen de la Merced. "La primera vez que pisé el viejo continente le hice la promesa de ir a verla cada vez. Y no importa dónde esté en Europa, siempre paso por Barcelona".
Babelia
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