Cuenca: autovía o ruina

Los habitantes de Cuenca se manifestaron el pasado 25 de junio y lo volvieron a hacer ayer para pedir que la futura autovía Madrid-Valencia pase por su ciudad. Cuenca, localidad de 40.000 habitantes que nunca antes habían causado conflictos, se sorprendía a sí misma al ver cómo la mitad de los vecinos se sumaba a la reivindicación de una autovía, prometida en 1989 y en 1992 por el Gobierno. En junio, sin embargo, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) decidió, por "razones técnicas", construir la autovía sobre el trazado actual de la carretera nacional III. Cuenca queda al margen.

En Cuenca no se habla de otra cosa desde hace semanas. Y todos están de acuerdo. Hace unos meses, los conquenses se sentían alegres y satisfechos después de que el alcalde, el socialista José Manuel Martínez Cenzano, anunciase que José Borrell, ministro de Obras Públicas y Transportes, le había dicho que Cuenca tendría autovía. Ahora los comentarios de los ciudadanos son de decepción y desengaño por algo que, además de considerarse una marginación, se ve como la gota que ha colmado el vaso de los agravios.A primeros de mayo, un grupo de ciudadanos que veía cómo el proyecto de la autovía por Cuenca había entrado en una fase de sospechoso silencio constituyó la Plataforma Cívica en Defensa de la Autovía por Cuenca. Las adhesiones de personas procedentes de todos los sectores sociales se produjeron de inmediato y, en cuestión de semanas, la organización contaba con un millón de pesetas en aportaciones particulares para comenzar a hacerse oír.

[Ayer, unos 4.000 conquenses, según la plataforma convocante, se concentraron en Tarancon y cortaron durante cerca de una hora de la carretera N-III Madrid-Valencia, informa Efe. El tráfico fue desviado por el centro de Tarancón y caminos adyacentes, sin que se registraran incidentes].

"La plataforma no tiene ideología política porque no queremos que ningún partido se aproveche ahora que se ha comprobado nuestra capacidad de convocatoria, cuando antes nadie hizo nada por exigir la autovía" dice Emilio Catalá, médico radiólogo y portavoz del movimiento cívico. "Somos conquenses cansados de promesas incumplidas y de años de olvido por parte de las instituciones sin que los políticos locales hagan nada".

"El ministro [de Relacione con las Cortes] Virgillo Zapatero, que es diputado por Cuenca nos prometió que nuestra provincia tendría más kilómetros de autovía que ninguna otra en España", añade Catalá. "La línea ferroviaria Madrid-Valencia no pasa por Cuenca y ahora nos quitan la autovía que se comprometieron a darnos".

Catalá, junto con el otro portavoz de la plataforma, Jesús Manuel Pérez, se entrevistó el jueves pasado con Virgilio Zapatero para exigir compensaciones por el cambio del trazado de la autovía. "Queremos que nos dé la seguridad de que, aunque sea a medio plazo, tendremos autovía y no las vías rápidas que nos ofrecen", dice Jesús Manuel Pérez. "El ministro ha quedado en reunirse con Borrell y dice que la puerta sigue abierta; pero sólo está entreabierta".

El llanto del alcalde

El alcalde de Cuenca, que apareció llorando el día que comunicó que la ciudad no tendría autovía, afirma que el proyecto de dotar a la provincia de vías rápidas "es el único que se puede financiar ahora y es suficiente para atraer inversores". Martínez Cenzano, que se declara "desilusionado" por el trazado acordado por el MOPT que deja a Cuenca sin autovía, reconoce que "fue un error político dar por cierto algo que no se podía dar".

En la ciudad, los simpatizantes de la plataforma acusan al alcalde de no haber defendido suficientemente su ciudad por las presiones de su partido y le censuran por no dar la cara y por no haber sabido comunicar a sus vecinos qué ha hecho por la autovía. Martínez Cenzano, que no asistió a la manifestación, alega: "Prefiero trabajar a mi manera y siempre desde las instituciones".

Un comerciante conquense afirma: "Si hubiese venido a la manifestación y dejado claro que estaba de parte de Cuenca, le habríamos hecho alcalde vitalicio, pero ha preferido ponerse del lado de José Bono [presidente de la Junta de Castilla-La Mancha]". El alcalde, por su parte, niega estas acusaciones diciendo que ha hecho todo lo que estaba en su mano. "No he recibido órdenes del partido; sólo me preocupa mi provincia y no tengo responsabilidades fuera de ella".

En muchos comercios de Cuenca puede verse un cartel que reza: "Basta de marginación. Autovía o ruina". Los promotores de la plataforma cívica aseguran que no están dispuestos a seguir impasibles mientras su ciudad queda aislada de los planes de desarrollo, no se atraen industrias y la gente joven se va. Pobreza heredada, para el alcalde, de los años de gestión de la derecha.

"La autovía potenciaría el desarrollo turístico e industrial y mejoraría las comunicaciones entre Cuenca capital y sus pueblos", explica el portavoz de la plataforma Jesús Manuel Pérez. "La provincia explotaría económicamente, tendría prosperidad y nuestros hijos no tendrían que emigrar. Virgilio Zapatero dijo que en el año 1993 a Cuenca no se la iba a reconocer. Queremos que cumpla sus promesas".