Cómo luchar por una reivindicación pacíficamente

La reivindicación del paso por Cuenca de la autovía Madrid-Valencia ha transcurrido hasta el momento por cauces pacíficos. El comportamiento de los ciudadanos ha sido ejemplar, según los portavoces de la plataforma, que aseguran que la disolverían si se produjesen cualquier tipo de actos violentos.El hecho más grave en este sentido lo protagonizó el 26 de junio un grupo de unas 50 personas que dirigió algunos insultos al alcalde y empujones contra las fuerzas antidisturbios que le sacaban por la puerta de atrás de la sede de la Caja de Ahorros, tras la firma de fusión de la Caja de Castilla-La Mancha.

La policía no realizó cargas ni detuvo a nadie. Martínez Cenzano afirma que en ningún momento se sintió en peligro.

Sin embargo, el carácter pacífico de la defensa de la autovía es para algunos ciudadanos la causa de que sus peticiones no sean atendidas y se empieza a pensar en actos de protesta algo más audaces. El primer paso puede ser el corte de carreteras.

En la ciudad se recuerdan cada vez más algunos casos de movilizaciones en otras provincias españolas donde la violencia y los destrozos sí acabaron por dar fruto. "En el País Vasco, Asturias o Sagunto", dicen, "saben cómo conseguir lo que piden". Tras el fracaso de la vía pacífica, no faltan en Cuenca quienes piensan que "sólo si se hace daño se consigue algo".

Así, un grupo de empresarios conquenses ha empezado a considerar alternativas para ejercer presión en las instituciones y ver si "asustando y siendo molestos" consiguen sus propósitos.

Hay quien ha llegado a sugerir la idea de pedir a algunos miembros de Herri Batasuna que se desplacen hasta Cuenca a dar una charla informativa para explicar a los ciudadanos otros métodos para defender una autovía. De esta manera piensan que conseguirían una publicidad y una trascendencia que empiezan a creer imprescindibles para que se atiendan sus peticiones.