200 teólogos piden el compromiso firme de la Iglesia con los marginados
El jesuita y profesor de Teología José Ignacio González Faus dijo ayer que la teología de la liberación no sólo continúa viva, sino que ha engendrado hermanos menores como la teología de la marginación. De esta forma resumía los aspectos más relevantes del encuentro organizado en El Escorial por el Instituto Fe y Secularidad con motivo del 200 aniversario del congreso que, en esta misma localidad madrileña, dio a conocer la teología de la liberación en Europa.La solidaridad del Norte con el Sur ha sido uno de los aspectos más tratados en este encuentro, que terminó ayer y en el que han participado 200 teólogos. González Faus pidió en este sentido la democratización de las Naciones Unidas, "que deben convertirse en una organización entre iguales".
En la clausura, Antonio Celso Queiroz, obispo auxiliar de Sáo Paulo (Brasil) y secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños, dijo: "La opción por los pobres engendra constantemente una evangelización liberadora, comprometida con el otro. Esto exige compromisos políticos que lleven a una democracia total, de la que también sean protagonistas los oprimidos".
Queiroz indicó que la opción por los pobres "es nuestra mayor riqueza". El prelado consideró como "un pecado social de gravedad, mayor cuando se da en países que se dicen católicos", el abismo cada vez mayor que separa a los países pobres de los ricos, y sentenció, a modo de conclusión: "La Iglesia ya no puede imponer soberanamente los valores cristianos".
Los congresistas decidieron enviar una carta de solidaridad con Leonardo Boff, el teólogo de la liberación brasileño que ha renunciado al sacerdocio por las presiones ejercidas por la Santa Sede. En ella puede leerse: "La lucha liberadora por el reinado de Dios es ardua y a todos nos alentaba en ella tu intrepidez y perseverancia". "Deseamos", se dice más adelante, "que tu cambio no dé pábulo a las maledicencias involucionistas".
