"Mr. Exxon", un secuestro con muerte natural
El cadáver de Sidney J. Reso fue encontrado el sábado en un bosque de Nueva Jersey
El misterio de la desaparición del vicepresidente de la compañía petrolera Exxon Internacional, Sidney J. Reso, de 57 años, ocurrida hace dos meses en el trayecto que repetía a diario para ir al trabajo desde su lujoso domicilio de Nueva Jersey, quedó resuelto el pasado sábado. Su cuerpo fue encontrado en una fosa cavada en un frondoso bosque al norte de Atlantic City. El cadáver de Reso tenía un disparo de bala en el brazo Y mostraba signos de haber muerto de forma natural a los pocos días de su desaparición, que fue calificada pronto como secuestro después de que un presunto grupo ecologista llamado Rainbow Warriors pidiera rescate por él.
El desenlace de dos meses de espera ha provocado una gran desazón entre los compañeros de oficina de Reso, que conocían al fallecido por el nombre de Míster Exxon por su dedicación a la empresa, en la que empezó a trabajar hace 35 años.
La conclusión del rapto que más atención ha despertado en Estados Unidos desde el protagonizado por la heredera Patty Hearts en 1974 se produce una semana después de la detención como sospechosos de un ex encargado de seguridad de la Exxon y de su mujer. La policía arrestó el pasado 19 de junio a Arthur e Irene Seale -conocídos como "la pareja yuppy " por su afán de aparentar- después de un meticuloso seguimiento de todos sus pasos por varias ciudades de Nueva Jersey, cuyo destino era cobrar los 18 millones de dólares de recompensa que habían exigido a la familia de Reso.
La localización de la pareja fue difícil, teniendo en cuenta que el golpe estaba orquestado por un experto en seguridad. Precisamente, Arthur Seale se había dedicado hasta 1987 a entrenar a los ejecutivos de la Exxon sobre cómo protegerse de los secuestros. Después de abandonar esta empresa en busca de un negocio redondo, la pareja, que trataba de emular la vida de los ricos y los famosos conduciendo coches de lujo y viajando a los más caros sitios de moda, fracasó con estrépito en sus intentos de enriquecerse rápidamente y el matrimonio tuvo que instalarse en casa de los padres de él para salir al paso de las deudas.
La fiscalía que lleva el caso se negó a precisar si ambos van a ser acusados de asesinato y por tanto se enfrentan a cadena perpetua, o si sólo el marido afrontará dicha acusación. Irene podría haber negociado una reducción de las acusaciones contra ella, antes de acceder a dar los datos que sirvieron para la localización del cadáver en un lugar tan inhóspito como recóndito.
Irene Seale, que acompañó a los agentes del FBI hasta la fosa, declaró a los investigadores que la víctima había fallecido por "causas naturales" poco después de su desaparición el pasado 29 de abril, aunque no explicó cuándo recibió el balazo.
A pesar de que Reso, casado y con cuatro hijos, había sufrido un infarto hace tres años, la versión de la muerte natural no ha satisfecho al fiscal de Nueva Jersey, Michael Chertoff. "Hay gente que dice que Reso murió por causas naturales, pero nadie puede decir eso de un hombre que fallece en cautividad después de haber sido secuestrado".
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