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Dímite el alcalde de Fraga "desolado y deshecho" por el apaleamiento de inmigrantes

El alcalde de Fraga (Huesca), el socialista Francisco Beltrán, anunció ayer su dimisión y la de los nueve miembros de su gobierno por la ineficacia de la Administración central para resolver el conflicto racial que derivó, la madrugada del sábado, en el brutal apaleamiento de seis magrebíes mientras dormían en una arboleda. La policía ha detenido a otros 16 vecinos por su presunta implicación en los hechos, con lo que el número de arrestados asciende a 22. Beltrán, con lágrimas en los ojos, dijo ayer que estaba "desolado y deshecho" por lo ocurrido e hizo responsable de la situación al gobernador civil Vicente Valero.

La tensión por la presencia de más de 500 magrebíes en Fraga era palpable en las últimas semanas. "Lo que ha sucedido, hacía días que se veía venir y así se lo advertí al gobernador", manifestó ayer Beltrán, de 63 años, en una conferencia de prensa.Las gestiones del alcalde ante las autoridades provinciales, las redadas para expulsar a los inmigrantes ilegales y los patéticos llamamientos a la calma de algunos colectivos ciudadanos no sirvieron para nada, porque un grupo de jóvenes, de conocida tendencia ultraderechista, había decidido escarmentar a los magrebíes a su manera.

La escaramuza, en la que participaron una treintena de personas armadas con palos, cadenas y navajas, se saldó con seis magrebíes heridos, uno de ellos grave, Lounes Cherid, de 37 años, que seguía ayer ingresado en el hospital Arnau de Vilanova, de Lérida. El herido presenta un cuadro de politraumatismo y varias heridas, una de ellas en la mano derecha, con amputación de la tercera falange de un dedo y fractura abierta en otros tres.

En cualquier momento pueden reproducirse en Fraga los enfrentamientos, aunque en las últimas horas unos 200 magrebíes han optado por marcharse por miedo. Un centenar se han ido por sus propios medios, incluso a pie, hacia poblaciones vecinas. Otro centenar ha solicitado ayuda al Ayuntamiento para poderlo hacer.

El consistorio ha decidido facilitarles el billete de autobús o de tren y la comida necesaria para el viaje. Otros 200 inmigrantes han decidido quedarse para trabajar en la recolección de la fruta. Sólo la mitad de ellos están en situación legal.

Beltrán, 10 años de alcalde, se ha sentido engañado por las personas e instituciones que, en su opinión, le deberían haber apoyado. Por ello, ayer no dudó en arremeter contra el gobernador civil y contra un sector de la población al que tildó de "fuerzas fascistas" y "grupos envenenadores".

El alcalde culpé directamente a Valero porque no oyó sus advertencias sobre el peligro de desórdenes provocados por la masiva presencia de magrebíes. "La única solución que me sugirió fue que tratara de convencerles para que se fueran con el pretexto de que no había trabajo para todos", señaló.

Oleada fascista

Beltrán, que anuncié también su dimisión como presidente del PSOE en Huesca, hizo extensivas las quejas por el brote de racismo a la sociedad, a su propio partido y al Gobierno socialista, de quien dijo que no quiere afrontar el problema por cuestiones diplomáticas. El alcade acabó con una advertencia: "Yo a lo mejor ya no lo veré, pero van a pasar muchas cosas porque se vulneran de forma sistemática los derechos humanos. Lo que ha pasado sólo es el principio de lo que va a ser España dentro de unos años con la vuelta del fascismo, pues no lo dudéis, volverán oleadas de fascismo".La corporación de Fraga se queda ahora con cuatro ediles del Partido Aragonés, dos del PP y uno del CDS.

Más de 500 personas se concentraron en la noche de ayer en la plaza de España de Zaragoza, en apoyo de los inmigrantes, contra la ley de Extranjería y en repulsa por los hechos de Fraga.

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