Los gerentes de hospitales ignoran datos básicos sobre el funcionamiento de sus centros
Este verano se cerrarán unas 2.000 camas sanitarias por falta de personal
Nadie quiere esperar meses a que un médico le trate una enfermedad. Por eso, el 80% de los ciudadanos, según la Federación de Sindicatos Médicos (Fesime), opta por acudir sin volantes al servicio de urgencias, con su consiguiente bloqueo. De una encuesta remitida por este periódico a los sindicatos y gerentes de los hospitales públicos de Madrid se desprende que lo que peor funciona, "con diferencia" son los servicios de urgencia. Los sindicatos entregaron sus datos. Pero sólo un gerente de los 14 que recibieron el cuestionario supo responder.
El pasado marzo había más de 25.000 personas que llevaban esperando más de seis meses para que les operasen en hospitales públicos de Madrid. Para paliar ese problema, el Insalud inició el pasado mes un plan de actuaciones. Madrid es la ciudad de España con mayor número de pacientes en las listas de espera: 50.000 personas en marzo. Cuando han transcurrido más de 30 días desde que se inició aquel plan, las autoridades sanitarias callan y las urgencias siguen colapsadas en la mayoría de los hospitales como consecuencia de las listas de espera.La consecuencia directa del gran número ¿le pacientes que acuden a las puertas de urgencias es que sólo ingresa un 16% de todos los que llegan, según el sindicato de médicos. Así, las situaciones que se generan en algunos centros rozan el caos.
Camas en los pasillos
En el hospital (le Puerta de Hierro la gente puede permanecer hasta 15 días por falta de camas y personal en sus servicios centrales. Las enfermeras del centro aseguran que en las 18 camas que hay en urgencias algunos pacientes han dormido más de 15 días, cuando sólo debieron permanecer un máximo de 48 horas.
El caos no acaba ahí: en el, hospital Doce de Octubre, la masificación llega hasta tal punto que los enfermos son atendidos en camas que se instalan en los pasillos. En este centro las listas de espera en reumatología y ginecología supera el año, según el sindicato de enfermeros.
Desconfianza en la atención primaria, ésa es la causa que genera tantos colapsos. Por ello no extraña el dato que aportó la dirección de La Paz esta semana: el 91% de las personas que acuden a sus urgencias lo hacen sin volante.
En el hospital de Getafe, cuya gerente, Eloísa Bernal, fue la única que respondió al cuestionario, las urgencias se colapsan todos los fines de semana, según el sindicato de enfermeros.
Ése sería el único centro, según el sindicato de médicos, que se encuentra por debajo de la normativa sobre sanidad, que regula un centro para cada 250.000 habitantes. El caso más patético, según el presidente de los sindicatos médicos, Federico Colmenero, lo muestra el Severo Ochoa, con una media de 1,35 camas por cada 1.000 habitantes. Eso hace que en meses como enero, febrero y marzo no haya ni una sola cama disponible.
La delegada de las enfermeras en el Ramón y Cajal aseguró que el colapso de horas que sufre este centro muchos días es consecuencia del aumento constante de las listas de espera.
Los datos ofrecidos por los sindicatos no pudieron ser contrastados. Los gerentes de los restantes hospitales (excepto el del Gregorio Marañón, que quiso dar una respuesta coordinada con el Insalud) remitieron al gabinete de prensa del ministerio. Y en ese departamento se respondió que no era posible recabar los datos en el plazo solicitado (dos semanas).
Temor al desprestigio
Las preguntas que los gerentes no quisieron o no pudieron responder fueron: tasa de absentismo, con cuántos enfermeros cuenta y cuántos necesita, qué es lo que mejor y peor funciona de su hospital, cuántos médicos con dedicación exclusiva ejercen actividades privadas, cuántas camas deben cerrar este verano por falta de personal sanitario, presupuesto para 1991. "Tenemos que esa información pueda servir para desprestigiar la salud pública", se excusó uno de los gerentes que no quiso colaborar.
Eloísa Bernal, gerente del hospital de Getafe, indicó que para un óptimo funcionamiento de su área sanitaria necesita 385 enfermeras y que por falta de personal tendrá que cerrar 60 camas. Bernal no será la única que cierre camas este verano. En el hospital de la Princesa se cerrarán unas 200; en el Ramón y Cajal, 270, y en La Paz, unas 300. En total, según fuentes sindica les, por falta de personal el Insalud se verá obligado a cerrar unas 2.000 camas en la región.
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