Una representación guerrista acudió al acto de los renovadores en Madrid en apoyo de Leguina

Los sectores guerrista y renovador del PSOE coincidieron ayer en aparentar distensión en su enftentamiento durante el acto celebrado en el hotel Chamartín de Madrid, convocado por el secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), el renovador Teófilo Serrano, para festejar el primer aniversario de la tercera legislatura autonómica madrileña, presidida por Joaquín Leguina. Una importante representación del sector guerrista de la ejecutiva del PSOE -Francisco Fernández Marugán, Abel Caballero, Salvador Clotas y Josefa Pardo- acudíó al acto.

La representación guerrista se situó en primera fila junto a los oradores los renovadores Joaquín Leguina y Teófilo Serrano, y los invitados, Juan Manuel Eguiagaray, ministro para las Administraciones Públicas, y Juan Barranco, portavoz municipal de Madrid- y otros miembros de la ejecutiva: Florencio Campos, Alejandro Cercas -ambos renovadores- y Carmen García Bloise.Guerristas y renovadores cruzaron palabras amables. Los primeros, en sus declaraciones. Los segundos, en sus intervenciones. La nota agria la dio el presidente de la FSM, el guerrista José Acosta, que no acudió porque Serrano no le ofreció la presidencia del acto.

En un salón del hotel Chamartín, numerosos militantes renovadores del PSOE acudieron a saborear el impulso recibido de Felipe González con sus palabras en el Comité Federal del pasado fin de semana y con el nombramiento de Javier Solana como ministro de Exteriores y de Alfredo Pérez-Rubalcaba como titular de Educación. Cuando se excusó la ausencia de Solana a causa de la preparación de la cumbre de Lisboa sonó una atronadora ovación. Los dirigentes guerristas, en previsión de que el acto se convirtiera en manifestacion masiva, decidieron ponerse a la cabeza y enviar una importante representación. El número tres del partido, Txiki Benegas, lo anunció por la mañana: "Este encuentro no debe ser interpretado como una manifestación de fuerza de un sector frente a la dirección del partido".

Tampoco los renovadores quisieron reconocer públicamente que el acto fuera una adhesión a sus planteamientos. Leguina y Serrano quieren administrar el respaldo que, González dio a sus planteamientos, pero sin verse desbordados, porque saben que el presidente del Gobiemo no quiere peleas públicas.

"No se trata de apoyar a nadie porque no es el momento de eso, sino de explicar la labor institucional", dijo Serrano. Sólo Leguina hizo referencia a la apertura del partido: "Las ideas no se paren en los gabinetes, sino en la calle".

[Por otra parte, el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, afirmó ayer en Bilbao que los renovadores sólo son una minoría, informa José Luis Barbería. Guerra añadió: "La libertad y la disciplina interna son las dos patas de este partido". Benegas manifestó que en el PSOE no hay gente distante con Guerra, "porque tiene prácticamente el apoyo del ciento por ciento del Comité Federal, salvo dos abstenciones".]