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LAS VENTAS

Orejas y sobresaltos.

Al llegar a la plaza, el aficionado y público en general, que eran partidarios o amigos de los novilleros, se encontraron con un baile de corrales curioso, y después, durante la celebración de la novillada, con unos coletudos voluntariosos, de no malas maneras, y con una lidia variada y accidentada. Y al final, cuando salían, echaron las cuentas y resulta que se habían concedido dos orejas. También pudieron comprobar que el orden de lidia no correspondía con el programa oficial. En fin, un buen baile de ganado y de trofeos. Sin faltar además los sobresaltos.La actuación más completa de la tarde corrió a cargo de Paco Delgado, único espada que no era nuevo en la plaza. En su noble primero, Delgado alegró al personal con unos lances de recibo bien compuestos, primero en el tercio y luego en los medios toreando por delantales. Con la muleta toreó con ambas manos, haciéndolo mejor con la mano izquierda. No estuvo fino con la espada y tal vez perdió una oreja.

Peña / Delgado, Rondino, Contreras

Dos toros de Fernando Peña (cuatro rechazados en el reconocimiento), que salieron en quinto y sexto lugar; tres de González Sánchez-Dalp 1º, 2º y 3º, y uno de Manolo González, 4º. Los tres primeros terciados, y los últimos bien presentados. De juego irregular. 1º y 5º nobles; 4º encastado.Paco Delgado: ovación y saludos; oreja con protestas. Miguel Angel Rondino: palmas; oreja. Manuel Contreras: silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 20 de Junio. Un cuarto de plaza.

En su segundo, que quedó un tanto crudo, toreó con desigual fortuna al natural, el novillo se vencía por el pitón derecho, pero se quedó quieto, y cuando estaba más cruzado y con la muleta retrasada, le cogió de forma aparatosa. Volvió tras reponerse a la cara del novillo, le dio unas giraldillas y mató por arriba. Y el público, impresionado, le pidió la oreja.

Susto

Rondino, con el flojísimo primero, denotó su sentido del temple. En el quinto, de embestida boyante, supo manifestar su gusto y toreo despacioso. En una faena que fue a menos y que tuvo el sobresalto correspondiente. Sucedió cuando toreaba en redondo, después de no haberse acoplado con la mano izquierda. Estaba ahogando la embestida, el novillo se le paró y le quiso hacer un ocho, cambiándole el viaje a su libre albedrío, y el novillo le dijo que nones. Lo prendió por la taleguilla. Volvió a torear de nuevo en el mismo platillo, y tras una estocada desprendida entrando con lentitud, y en los mismos medios, le fue otorgada la segunda oreja de la tarde.Manuel Contreras, que sustituyó a ultimísima hora a El Molinero, no tuvo buena suerte. Le tocó un ensabanado inválido, que el presidente se negó a cambiar tras un simulacro en la suerte de varas, y el sexto se partió de salida, al rematar en tablas, el pitón derecho por la cepa. Perdió el novillo la funda en el primer par de banderillas, y Contreras nada pudo hacer, salvo matarlo con dignidad. Lo que no le costó demasiado, pues manejó el estoque con eficacia y buen estilo.

Paco Delgado entró a la enfermería tras dar la vuelta al ruedo con su oreja pedida por el respetable, volviendo a salir para abandonar el ruedo por su pie. Rondino pasaría tras ser despedido con aplausos, como sus compañeros. Pudiendo. abandonar la plaza en su propio coche. [En Granada, informa Efe, un toro inválido, lidiado por Espartaco, se echó y tuvo que ser apuntillado.]

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