El papel estelar de Rafael Vera

La documentación de ETA difundida ayer por Abc da un papel estelar en todo el goteo de contactos entre ETA o HB y emisarios gubernamentales al secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, representante del Gobierno en las malogradas conversaciones de Argel de 1989. En el último contacto telefónico, Vera dijo que el presidente del Gobierno, Felipe González, "quería resolver el asunto, pero estaba muy duro".

En concreto, se detalla que el 28 de mayo de 1991 este alto cargo se comprometió ante una delegación de HB a que el Gobierno francés no acosaría a la banda durante los dos meses de tregua que, a cambio, exigía. Afirmaba también estar dispuesto a desplazarse a Santo Domingo para dialogar. Algunos de los emisarios gubernamentales son hombres de su entorno como Nicolás Martín Cinto o el teniente coronel Félix Hernando. La secretaría de Estado envió un fax en diciembre de 1990 a las autoridades dominicanas para su traslado a los etarras allí confinados en el que se quejaba de que "cuando hace unos meses se comunicó la posibilidad de llevar a cabo contactos conducentes a desbloquear la situación y retomar las conversaciones de Argel quedó muy claro que la discreción absoluta sería imprescindible. ETA ha revelado estos contactos". El fax añade: "ETA, demostrando su poca voluntad de diálogo, ha llevado a cabo durante este tiempo una gran cantidad de atentados".

En enero pasado, Vera hizo llegar el mensaje a ETA de que aceptaría nuevamente Argelia como escenario para nuevas conversaciones, pero exigió una conversación con Antxon. Ambos dialogaban telefónicamente el 28 de enero. Vera planteó que ETA materializara una tregua y advirtió que ésta era la última oportunidad para ETA.

Vera, semanas antes del desmantelamiento del comando itinerante y la caída de la cúpula de ETA, afirmaba que de producirse tales acciones policiales, no se iba a "cerrar el chiringuito".