_
_
_
_
GUERRA EN LOS BALCANES

Musulmanes y croatas consiguen reconquistar un barrio de Sarajevo tomado por los serbios

Las fuerzas musulmanas y croatas leales al Gobierno de Bosnia-Herzegovina lograron ayer conquistar el barrio de Momcilo tras durísimos combates que habían comenzado con el alba. En una ofensiva terrestre, apoyada por el fuego de las escasas piezas de artillería capturadas al enemigo, las fuerzas gubernamentales avanzaron ayer, batiéndose casa por casa, varios centenares de metros. Al caer la tarde seguían ganando terreno y, según el comandante Dervo Harbinja, del cuartel general de la Defensa Territorial bosnia, albergaban esperanzas de romper el cerco de la guerrilla y el Ejército serbios al barrio de Dobrinja, aislado durante dos meses y donde ya se han producido los primeros muertos por inanición.

La toma de Dobrinja supondría un gran éxito militar y fuerte impulso moral para las fuerzas gubernamentales, ya que se ha convertido en el símbolo de toda la tragedia de Sarajevo y otras ciudades bosnias aisladas y atacadas por la guerrilla serbia. El convoy de las Naciones Unidas en el que era evacuado el periodista español herido Alfonso Rojo intentó salir de Sarajevo por Monicilo y se vio, brevemente, envuelto en los combates. No obstante, salió del escenario de la batalla sin mayores problemas.Mientras, en Belgrado, Radovan Karadác, líder de las fuerzas serbias en Bosnia-Herzegovina, anunciaba para el próximo lunes una ",tregua unilateral". Sus unidades de guerrilla y ejército proseguían el bombardeo de Sarajevo, si bien con menor intensidad que en días anteriores, desde las colinas que rodean a la ciudad. En Belgrado, donde celebró diversas entrevistas, Karadác reiteró su disposición a la apertura del aeropuerto y su paso a control de las Naciones Unidas.

La medida anunciada ayer por Karadác permitiría la entrada de ayuda humanitaria para la población, en situación desesperada tras dos meses de asedio. El líder serbio también declaró que ha solicitado al secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, que 800 cascos azules sean destinados al control del respeto de este alto. el fuego por parte serbia.

En Sarajevo, las declaraciones de Karadzic fueron recibidas con recelo, alimentado por las explosiones de las granadas que caían en todos los barrios de la ciudad. Karadác ha anunciado ya cerca de una decena de ceses de fuego que son seguidos de una intensificación de los bombardeos.

No obstante, la situación política en Belgrado para el régimen del presidente serbio, Slobodan Milosevic, mentor de' Karadzic, se ha deteriorado rápidamente y esto podría afectar a la disposición real de Karadzic a mantener el alto el fuego, abrir el aeropuerto y poner fin al bloqueo de Sarajevo antes de que el hambre comience a cobrarse víctimas también en el centro de la ciudad.

El hospital de Sarajevo seguía ayer recibiendo numerosos heridos, bajas llegadas tanto de los combates en Monicilo como producidas por la metralla o los francotiradores. Los médicos intentaban salvar de los escombros humeantes de la farmacia del hospital central algunos de los pocos fármacos que quedaban depositados cuando fue alcanzada por fuego de ametralladoras pesadas desde posiciones serbias y se incendió.

Control de la artillería

El general de los cascos azules Louis Mackenzie se entrevistó ayer con el general Ratko MIadic, jefe del Ejército serbio en Bosnia-Herzegovina, para negociar detalles para la eventual toma del aeropuerto por la ONU. Para que el acuerdo sea efectivo, toda la artillería en un radio de 10 kilómetros en tomo al aeropuerto debe concentrarse bajo control de las fuerzas de la ONU.

El general Mackenzie manifestó a EL PAÍS que no es imprescindible que Lukavica, el cuartel.general del Ejército serbio, sea desalojado. Bastaría, dijo, con que toda la artillería que está desplegada en los alrededores fuera concentrada en el cuartel y observadores de los cascos azules se instalaran allí para fiscalizar su uso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_