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Baldo confiesa en París su pertenencia a ETA para retrasar la extradición a España

José Javier Zabaleta Elósegui , Baldo, antiguo jefe delaparato militar de ETA, reconoció ayer al tribunal de París su pertenencia a la organización terrorista vasca y la consideró "un honor, porque ETA lucha por la liberación de su pueblo". Gracias a esta confesión, Baldo, lugarteniente de Pakito hasta su detención, el 23 de septiembre de 1990, será condenado al menos a 10 años de cárcel por asociación de malhechores con fines terroristas y conseguirá retrasar su extradición, aprobada ya inicialmente por los tribunales franceses.

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La mujer que le ocultaba en su, casa de Anglet, Lucie Hitta, de 55 años, aseguró que está contra la violencia y que considera los crímenes de la organización terrorista "un problema entre ETA y el Estado español". Baldo, nacido en Hernani (Guipúzcoa) hace 41 años, realizó el habitual discurso político desde el estrado acristalado de la sala de audiencias, donde permanece durante las sesiones junto a los otros tres.acusados en prisión preventiva.En euskera, y con los servicios de un intérprete, se enzarzó en un combate dialéctico con el juez Jean-Yves Monfort, que preside el tribunal. Llevaba las de perder y acabó negándose a contestar más preguntas.

Zabalera dijo que no se considera un delincuente, y se presentó ante los jueces como un combatiente obligado por la opresión del País Vasco y la represión policial a "recurrir a todos los recursos en la lucha de liberación de nuestro pueblo". Pero los magistrados querían precisar los detalles.

Motivo de vergüenza

"¿Cómo explica ese honor que dice sentir cuando recuerda los muertos de Vic?". Baldo respondió que también los ejércitos francés y español tienen motivos para avergonzarse. "¿Donde está el honor de matar niños?"', insistía el juez Monfort. "¿Por qué hacer saltar por los aires a mujeres y niños?". Demasiado para Baldo, que renunció a dar más respuestas.La declaración de Lucie Hitta, una mujer soltera y sin empleo cuando la policía descubrió a Zabaleta en su casa gracias a una llamada telefónica anónima, ilustra la actitud ante los jueces de los 11 ciudadanos vascos franceses que ocupan el banquillo de los acusados junto a otros 11 nacidos en España. Hitta, de profesión animadora cultural, ocultaba en su vivienda particular a Baldo, le prestaba su propio coche para que efectuara desplazamientos y recibía a cambio de ello pequeñas cantidades de dinero.

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Aceptó acogerle, según declaró ayer, por solidaridad, como hubiera hecho con cualquiera que hubiera necesitado su ayuda. La acusada arranco algunos aplausos del escaso público, compuesto casi exclusivamente por familiares de los procesados, cuando proclamó ante el tribunal que "España debe ser para los españoles, y Euskadi, para los vascos". A renglón seguido se desarrolló el siguiente diálogo entre el juez Monfort y la acusada Hitta.

Pregunta. ¿Qué piensa de los atentados de ETA?

Respuesta. Nada, no pienso nada. Es un problema entre ETA y el Estado español.

P. ¿Pero por qué no condenar la violencia?

R. La violencia llama a la violencia. Tenemos el ejemplo de Argelia y los acuerdos de Eviam. Creo que habrá una solución similar para nuestro país.

P. ¿Por qué seguir hablando de refugiados y aferrarse a referencias históricas cuando la realidad vasca ha cambiado?

R. Fue el Gobierno francés quien quitó de un plumazo a los vascos el estatuto de refugiados políticos.

P. ¿Cómo explica que ETA haya perpetrado 10 veces más asesinatos tras la muerte de Franco que durante la dictadura?

R. Ah, yo no soy política. Estoy contra la violencia, y simplemente doy ayuda a quien me la pide.

Lucien Hitta -como todos los demás procesados a excepción de Baldo, amenazado por la demanda de extradición española- niega pertenecer a ETA. Sin embargo, su huésped, José Javier Zabaleta, ni siquiera le echó un cable tras confesarse miembro de la organización terrorista.

Se negó a responder quién le había indicado el domicilio de Hitta como posible escondite, si pidió discreción o secreto sobre su presencia a la anfitriona y si ésta pertenece o no a ETA.

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