La muerte de un soldado norteamericano enturbia la visita de Bush a Panamá

La muerte en emboscada de un soldado norteamericano ayer en Panamá empañó la visita que el presidente George Bush tiene previsto realizar hoy por espacio de cinco horas a este país centroamericano. Dos integrantes de una patrulla militar fueron ametrallados sobre las once y media de la mañana (18.30, hora peninsular) en las proximidades de Chilibre, a unos 35 kilómetros al norte de la capital panameña, por unos desconocidos que se dieron a la fuga. Uno de los componentes de la patrulla, que viajaba a bordo de un vehículo anfibio Hoomer, resultó muerto, y su compañero, herido de gravedad.

Durante la jornada de ayer se incrementaron los actos de protesta y violencia callejera que desde hace dos días se registran en panamá en repudio por la visita de quien, en sectores nacionalistas, se considera el máximo responsable de la invasión militar de 1989. En la universidad capitalina un grupo de estudiantes sacó por la fuerza a un súbdito norteamericano de su vehículo, que posteriormente fue incendiado ante los ojos de los manifestantes.El día anterior bachilleres y alumnos de la Escuela de Artes y Oficios cortaron el tráfico, bloquearon las principales calles de la ciudad y apedrearon algunos edificios públicos. El lunes, una garita de la base Albrook fue ametrallada por unos desconocidos sin mayores consecuencias. Diferentes manifestaciones se vienen celebrando en las últimas horas contra la sede de la Embajada estadounidense en Panamá, donde el martes se encadenaron familiares de ex militares presos y de los 552 muertos de la invasión.

En contraste con estos sucesos, a los que se unen numerosos comunicados de organizaciones populares que llaman asesino a Bush y pintadas contra su visita en todos los rincones de la ciudad, el Gobierno que preside Guillermo Endara ha tirado la casa por la ventana en cuanto a derroche publicitario y ha convocado a la población a que se lance hoy a la calle para recibir al que considera un ilustre amigo.

Anoche aún se desconocían las consecuencias que va a tener sobre el programa de la visita de Bush el atentado perpetrado en Chilibre. Endara le tenía preparado al presidente norteamericano una majestuosa fiesta, pese a que Bush distribuirá sus cinco horas en atender por partes iguales al Gobierno panameño y a sus tropas estacionadas junto al canal.

Encuentro entre amigos es el mensaje empleado por la costosa campaña publicitaria que da la bienvenida al presidente Bush. Empleados municipales trabajaban ayer a marchas forzadas para terminar de pintar los edificios colindantes al palacio de Las Garzas, donde Bush y Endara se reunirán a almorzar, y de ornamentar el parque Porras, en el que el presidente norteamericano ofrecerá un mensaje de cinco minutos al pueblo panameño.

Campaña electoral

Fuentes diplomáticas occidentales han calificado de netamente electoral esta visita de Bush, que buscará los aplausos de los panameños para intentar demostrar al electorado que su Administración no se equivocó al enviar más de 30.000 soldados para acabar con Manuel Antonio Noriega. Endara, por otra parte, en continuo desgaste y cuestionado por amplios sectores políticos, sociales y económicos del país, intentará asimismo mejorar su imagen presentándose como anfitrión del hombre que salvó la democracia en el pequeño país del canal.