En familia con Los Elegantes
Emilio López, cantante de Elegantes invocaba constantemente a la familia. Se refería no a la posible conexión italiana del grupo, sino a las 1.300 personas que se habían reunido en la sala Aqualung. Los seguidores incondicionales de uno de los grupos que mejores momentos ha regalado al pop-rock madrileño. Los Elegantes siempre han sido un grupo de buen directo y público fiel, de enorme carisma y discos irregulares. Presentaban en Madrid su último trabajo, titulado A fuego lento, después de una década de trabajo. Una cita importante tras un largo periodo de ausencia de los escenarios madrileños. No podía faltar la familia.Pero sí podía fallar. La gente no conectó con la banda hasta bien entrada la segunda parte del concierto. Elegantes sonaron de maravilla desde el primer tema, y se mostraron especialmente motivados por estar en Madrid, su ciudad. Ofrecieron, sin embargo, un repertorio inicial aparentemente irregular: demasiadas canciones recientes, pocos temas de su etapa dorada. La conexión parecía peligrar.
Los Elegantes
Emilio López (voz y guitarra), Juan Manuel del Olmo (guitarra y voz), Carlos Hens (batería), Emilio Galiacho (teclados), Amando Cifuentes (bajo). 1.300 personas. Precio: 1.500 personas. Sala Universal Aqualung.Madrid, 3 de junio.
Una pregunta parecía entonces obligada: ¿Los Elegantes actuales son mejores o peores que los de hace 10 años? El desarrollo del concierto sirvió de respuesta. Son igual de buenos. Tal vez más adultos, en el sentido norteamericano de la palabra (sonido, arreglos ... ), pero igual de excitantes y viscerales. Como músicos no han dejado de mejorar, y son capaces de sonar con una pulcritud antaño inimaginable. Sólo necesitan buenas canciones para resultar arrolladores.
Versión impresionante
¿Y qué mejor canción que una de Bob Dylan? Una versión del Knockink on heaven door impresionante, por calidad e intensidad, sirvió de frontera y revulsivo. Inmediatamente después llegaron Dos años atrás, Tocando blues, Chicas y dinero, Luisa se va, Soy tremendo y La calle del ritmo. La familia, también 10 años más vieja, no pudo resistirse y se entregó sin condiciones. Como en los viejos tiempos.Especial atención mereció la banda encargada de telonear a Elegantes. Devotos del soul, se llaman Respect y tienen un directo magnífico. Su repertorio, basado en versiones de clásicos, fue un aperitivo perfecto para un grupo que forma parte de la mejor historia de la música española.
Babelia
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