La CE ofrece compensaciones por la integración completa de la agricultura española en 1993

FÉLIX MONTEIRA La Comisión Europea propone compensar a España por la integración plena de la agricultura el próximo 1 de enero para hacerla coincidir con la creación del mercado único. El objetivo es adelantar tres años el periodo transitorio pactado en el Tratado de Adhesión. La oferta establece excepciones para los productos más sensibles y una serie de ayudas cuantificadas en unos 7.000 millones de pesetas para el próximo año. El Gobierno está básicamente de acuerdo con este proyecto de acelerar la integración plena en la Comunidad Europea para comenzar el mercado único y la convergencia hacia la unión monetaria sin la carga del pasado y en las mismas condiciones que el resto de los Doce.

La propuesta de la Comisión Europea figura en un informe que será debatido los próximos días por el colegio de comisarios. A pesar de la posibilidad legal (artículo 28 del Acta Unica) de mantener el periodo transitorio para la agricultura de España y Portugal hasta su fin, el Ejecutivo de la CE se inclina por ofrecer compensaciones a estos dos países para su eliminación a partir del próximo 1 de enero.Por una parte, el informe considera "la realización completa del mercado único el 1 de enero de 1993 como un imperativo político superior que no puede ser pospuesto". Y, por otra, Ios riesgos de fraude por estos mecanismos serían muy elevados y las pérdidas que resultarían serían probablemente superiores a las compensaciones necesarias para su eliminación". El miedo de la Comisión estriba en que la supresión de aduanas internas a partir del próximo 1 de enero obligaría a aumentar la burocracia sin garantía de un control efectivo de cantidades y precios de las exportaciones, por mucho que se establecieran procedimientos de inspección y "sanciones de hasta tres veces el valor del producto en caso de fraude".

A diferencia de los siete años fijados para la industria, los capitales y los servicios, la agricultura cuenta con un periodo de adaptación a la CE de 10 años, que finaliza el 31 de diciembre de 1995. En el caso de Portugal las excepciones al libre comercio y a la política común de precios se extienden hasta el año 2000 en lo que. se refiere al trigo panificable. La CE, en compensación a la aceleración de la integración en Europa, prevé una serie de ayudas a estos dos países cuantificadas en 60 millones de ECU (7.800 millones de pesetas) para 1993 a los que se añadirían otros 20,4 millones de ECU por la merma de recursos propios. En total 10.400 millones de pesetas, un coste moderado gracias a que la principal reivindicación española (el aumento de la cuota de leche) ya ha sido resuelta en el marco de la reforma de la política agrícola común.

La principal ventaja para España del adelanto del ingreso pleno en la CE la recibirán las frutas y hostalizas, el sector más competitivo en Europa. Sin embargo, los mecanismos complementarios de intercambios (obstáculos a la exportación y penalizaciones en caso de precios más bajos al de referencia comunitaria) se mantendrían piara las fresas, tomates, melocotones y albaricoques.

Solución mixta

La "solución mixta" de eliminar los mecanismos de adhesión y a la vez mantener ciertas excepciones intenta lograr un compromiso y vencer la resistencia de Francia, cuyos agricultores se oponen a la llamada "invasión española". Procura satisfacer a la vez las demandas que el Ministerio de Agricultura español ha exigido en la negociación "informal" mantenida en los últimos meses.

Así, se prevé "una ayuda degresiva" a los productores de remolacha, porque el precio del azúcar en España es más alto que en el resto de la CE. El camino hacia la alineación ya se ha allanado en buena medida en el paquete de precios para la actual campaña. Además, la CE participaría financieramente en el programa de reestructuración del sector azucarero. Los sectores del vacuno y la leche quedarían también protegidos frente a un aumento excesivo de las importaciones procedentes del resto de Europa. Los productores de aceite de oliva, en cambio, se verán beneficiados por un aumento de precio.

Las excepciones previstas por la Comisión para el azúcar, carne de vacuno y la leche, así como el establecimiento de cláusulas de salvaguardia para evitar aumentos excesivos en las importaciones, responden a las condiciones puestas por Agricultura. El ministro Pedro Solbes está dispuesto a una negociación rápida para suprimir el periodo transitorio una vez que la Comisión Europea apruebe formalmente la propuesta. Los contactos mantenidos entre capitales hacen prever que los principales escollos están de antemano resueltos.

Para el Gobierno, este nuevo esfuerzo de integración es asumible con las compensaciones previstas y tiene un efecto político positivo. Según fuentes oficiales, "servirá para clarificar y simplificar el reto europeo". Comenzar 1993 sin herencias del Tratado de Adhesión facilitará concentrar los esfuerzos en los nuevos. desafíos para la adaptación de la economía española: el mercado único de 1993 y la convergencia para la moneda única en 1997.