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La Comunidad retrasa las excavaciones arqueológicas en la plaza de Oriente y la calle de Bailén

Juan Carlos Sanz

El Ayuntamiento de Madrid tiene desde ayer todo dispuesto para escarbar en las entrañas de la plaza de Oriente. Pretende enterrar la circulación y los aparcamientos para embellecer la fachada más urbana del Palacio Real. Pero le falta una póliza. En la ventanilla del Gobierno regional miran con lupa cualquier cala arqueológica en el centro histórico de la capital. Y mucho más si es a espaldas del teatro Real, donde yacen supuestos lienzos de murallas y pilares de iglesias. Las excavaciones ya llevan un mes de retraso.

El gobierno municipal ha tramitado en una semana los expedientes para contratar los trabajos técnicos -el día 22- y el estudio de evaluación arqueológica -ayer, 29- que permitirán iniciar los trabajos de excavación. Pero no ha llegado el permiso definitivo del director general del Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Castillo. "Hay autorización, pero aún falta algún detalle", advierte.

Castillo considera que el Ayuntamiento se olvidó de incluir en su primera petición el proyecto de paso subterráneo de la calle de Bailén, en paralelo al palacio Real. "La licencia de excavaciones, además, se concede al director del equipo de arqueólogos, que se responsabiliza de los posibles hallazgos", puntualiza.

"Esta era la letra pequeña de la primera autorización recibida [el pasado día 8], que el permiso lo solicitase el arqueólogo José Santos Meseguer". Así opina Luis Armada, director del departamento de obras del Ayuntamiento, que formuló la primera petición para excavar el 25 de marzo.

Además, la Comunidad se empeñó en conocer con detalle el proyecto de obras municipales.l Un paso subterráneo en la calle de Bailén. Un aparcamiento para 60 autocares turísticos (los mismos que en la actualidad asedian la plaza y sus alrededores). Y, para cubrir los gastos de las dos obras anteriores, un estacionamiento para unos mil turismos. "Para residentes o para otros conductores, eso ya se decidirá", precisa el director municipal de obras.

Y una zona comercial bajo tierra. Armada asegura que de 10.000 metros cuadrados, "de servicio a los turistas". Pero Castillo señala que será de 13.000 metros cuadrados "de uso terciario". El proyecto prevé instalar locales con agencia de viajes, cafetería, restaurante, sala de arte, entre otros usos.

Armada se queja de que la Comunidad le va a obligar a excavar en lugares donde no van a situarse las obras municipales: en los jardines frente a la plaza de la Armería o la catedral de la Almudena. "Los retrasos no son los habituales. ¿Por qué no excavan en la Puerta del Sol?", argumenta.

El responsable autonómico, sin embargo, aplica al dedillo la Ley de Patrimonio Histórico-Artístico. "Sospechamos que pueden hallarse bajo los Caños del Peral [un acuífero que surtía al palacio Real] los cubos de la muralla árabe, que es monumento histórico nacional", alega Castillo, que advierte: "Tal vez se arrasó todo en las reformas del siglo XIX, pero hay que ir con cautela".

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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