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REACCIONES TRAS LA HUELGA

González no recibirá a los sindicatos "hasta que abandonen el sindicalismo del no", según Conde

El Gobierno no negociará con los sindicatos hasta que sus dirigentes cambien de estrategia y "abandonen el sindicalismo del no", según dijo ayer la ministra portavoz, Rosa Conde. El Consejo de Ministros, que dedicó una parte importante de su reunión habitual de los viernes a analizar el resultado de la huelga del 28-M, decidió no cambiar ni un ápice su posición respecto al Plan de Convergencia con Europa, asumido ya como programa del Ejecutivo hasta 1997. La ministra portavoz reiteró que no retirará el proyecto de ley sobre él desempleo porque esa decisión "es competencia del Parlamento".

Rosa Conde compareció ayer en solitario en la conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros, para significar que el Gobierno resta importancia al paro del 28-M. La ministra dedicó más de media hora a explicar diversos informes del Gobierno y dejó para la rueda de preguntas el análisis de la huelga, pese a ser éste el principal tema abordado en la reunión del Gabinete.Conde, que trató de ofrecer una imagen de fortaleza del Gobierno tras el resultado del paro, dijo, desde el comienzo de la tanda de preguntas, que no quería evaluar la huelga de la víspera porque esa tarea "corresponde a los sindicatos y a la sociedad". Sin embargo, después indicó en varias ocasiones: "Esto no ha sido el 14-D y este análisis lo hace cualquiera".

Descalificación sindical

La ministra portavoz se escudó en los objetivos del Plan de Convergencia con Europa marcados por el Gobierno para descalificar la posición de los sindicatos. En este sentido, Rosa Conde fue rotunda: "La sociedad actual exige otro sindicalismo". Y remachó: "No puede subsistir un sindicalismo del no, sino uno que debe ser de cooperación, responsabilidad y participación".

A renglón seguido, la ministra dejó claro que la posición del Gobierno ante el diálogo con los sindicatos era la misma que antes del paro. "Ofrecemos la misma apertura y la misma fecha concreta que hace 48 horas", afirmó. "La posición del Gobierno no se ha movido un ápice", dijo momentos después.

Rosa Conde reiteró "la voluntad de dialogar sobre el plan [de convergencia] que se ha presentado". Matizó que "eso no quiere decir que haya que pactar todos y cada uno de los objetivos del Gobierno" y advirtió: "Si no se puede con alguno, no vamos a sentimos hipotecados". Más adelante aclaró que al Ejecutivo le "gustaría llegar a la convergencia con el mayor número de acompañantes".

En un terreno más concreto, Rosa Conde señaló que el presidente del Gobierno, Felipe González, y los; dirigentes sindicales se habían entrevistado en marzo pasado y que éstos no quisieron entrar en temas concretos sobre el Plan de Convergencia cuando posteriormente se reunieron con los ministros de Trabajo, Luis Martínez Noval, y de Economía, Carlos Solchaga.

Este desacuerdo fue la referencia que utilizó Rosa Conde para exigir "una reflexión a los sindicatos" antes de pronunciarse por una nueva fecha concreta de diálogo sobre la política global del Gobierno. A continuación, reiteró: "El sindicalismo del no, no tiene sentido". Sin embargo, señaló que el Gabinete "está abierto al diálogo desde hace meses" y recordó de forma insistente: "Ya hay mesas de negociación abiertas en Agricultura e Industria".

Esta apertura del diálogo no incluye ninguna negociación sobre el decreto de desempleo, que ahora se tramita como ley porque, según insistió Rosa Conde, "pertenece al Parlamento". Además añadió que "el Gobierno siempre trabajará para que cualquier modificación no cambie el objetivo último del decreto".

De cara a futuras negociaciones sobre la reforma del Inem o la formación profesional, la portavoz del Gobierno dejó caer que "habrá que hacer un diálogo tripartito" (es decir, con la presencia del empresariado). Esta exigencia obedece, según Conde, a que "tiene poco sentido hacer un diálogo, primero con empresarios, y después con sindicatos".

Mientras, Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña, indicó ayer: "Los sindicatos no han ganado, pero han perdido honorablemente". "Sería muy malo que esto les hiriera y se encerraran en sí mismos y sería fatal que adoptaran actitudes de perdonavidas o prepotencia", dijo Pujol, que reiteró la importancia de los sindicatos como fuerza "absolutamente necesaria" de la sociedad para negociar temas sindicales y laborales y por ello no se les debe "achuchar".

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