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CRISIS EN ITALIA

"Quien acaricia a un tigre acaba perdiendo un brazo"

La Cosa Nostra se venga de la implacable persecución de un juez

Calificado de sinuoso y sutil, al igual que el paisaje y el tejido social siciliano, el juez Giovanni Falcone reconoció en una ocasión: "quien acaricia a un tigre acaba perdiendo un brazo". Ayer perdió la vida.Falcone era en Italia el símbolo anti-Mafia por excelencia, pero en la actual coyuntura política, su asesinato tiene que tener, por fuerza, un significado adicional, un plus de mensaje. El hecho es que visitas de fin de semana a Sicilia, como la de ayer, las había hecho con frecuencia durante el último año. Las medidas de seguridad eran también las mismas. Entonces, ¿por qué la Mafia ha decidido y, sobre todo logrado, golpearle precisamente en este momento?

Nacido en Palermo hace 53 años, el juez Falcone adquirió notoriedad internacional en la década de los ochenta, al estructurar, a partir de las confesiones del arrepentido Tominasso Buscetta, el primer gran proceso contra la Cosa Nostra. Independientemente de los resultados concretados en la sentencia, siempre discutidos, Giovanni Falcone introdujo" sobre todo, un método en la investigación y una coordinación entre los distintos magistrados que operan en el territorio siciliano, con la que, si no puso en jaque a la Cosa Nostra, sí la hostigó al menos con problemas que hasta entonces no había conocido. Ya el 21 de junio de 1989, Falcone pagó esa combatividad con un atentado fallido de bomba.

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El 13 de marzo de 1991, Falcone se trasladó a Roma, como director general de Asuntos Penales y, en la actualidad, era un claro aspirante al cargo de superfiscal creado por la última reforma del aparato anti-Mafia italiano. Pero sus últimas andaduras había suscitado polémicas entre sus colegas. Así se explica que una comisión del Consejo Superior de la Magistratura objetara hace pocos meses su candidatura a la superfiscalía para la que un sector de la izquierda promovía a otro juez destinado en Calabria, Agostino Cordova.

La amenazas contra su vidano habían cesado. Casado en segundas nupcias con Francesca Morvillo, también magistrado anti-Mafia y hermana de otro magistrado con los mismos empeños, vivía en Roma dentro de un cuartel de policía. En un reciente libro publicado en colaboración con la periodista Marcella Padovani, había declarado: "Soy consciente de que mi cuenta con la Cosa Nostra sigue abierta. Sólo la saldaré con mi muerte, natural o no".

En cuanto al otro mensaje lanzado por la Mafia con este asesinato, siempre será fácil interpretarlo. No obstante, cuando la Cosa Nostra asesinó el pasado mes de marzo a Salvo Lima, sospechoso de conexiones maflosas y hombre en Palermo del presidente del Consejo, Glulio Andreotti, varios expertos sugirieron que la Cosa Nostra había querido decir no a la política de compromisos que representa Andreotti. Y es un hecho que el asesinato de Falcone se ha producido el día en que Andreotti bajaba a la arena como candidato a jefe de Estado.

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