Los Doce alcanzan un acuerdo historico para reformar la política agraria de la CE

La reforma de la política agrícola común (PAC), un acuerdo histórico en la CE para recortar los precios garantizados a los agricultores y los excedentes, se alcanzó ayer en Bruselas tras tres días de negociaciones. El compromiso incluye compensaciones a las rentas de los agricultores por la baja de los precios. "La reforma tendrá efectos claramente positivos para el campo español, además de acabar con el temor por la falta hasta ahora de un futuro claro", afirmó el ministro español, Pedro Solbes.

El acuerdo fue conseguido a las siete de la tarde de ayer con el único voto en contra de Italia. El ministro Giovanni Goria exigió, sin lograrlo, un aumento de 1,5 millones de toneladas en la cuota de la leche, para poder afrontar su excedente de 2,5 millones. Amenazó con llevar el asunto a la cumbre de Lisboa, porque "Italia", dijo, "no puede asumir este coste financiero a la vez que va a pasar de beneficiario a contribuyente neto de la Comunidad". Las cuotas lácteas constituyeron el obstáculo final por la minoría de bloqueo formada por España, Grecia e Italia.Nuestro país logró un aumento de 650.000 toneladas (150.000 a través del trasvase de entregas directas por suministro a la industria) que resuelven la asignatura pendiente desde el ingreso en la CE. La cuota española entonces adjudicada (4,5 millones de toneladas) era netamente inferior a la producción, pero el problema se ha agravado por el aumento de excedentes hasta 1,5 millones de toneladas. El Gobierno ha contribuido a reducir el problema tras la retirada subvencionada de 620.000 toneladas y la contrapartida es la disciplina a la hora de respetar la cantidad máxima autorizada. Lo conseguido por Solbes supone anular el problema, porque la CE contribuirá a financiar el resto de las poco más de 150.000 toneladas que sobran. Grecia obtuvo su compensación con 100.000 toneladas.

Aunque la leche focalizó las discusiones, el acuerdo para la reforma de la PAC se fundamentó en una hábil propuesta del ministro Arlindo Cunha, protagonista del primer gran triunfo de la presidencia portuguesa. La química del acuerdo radica en suavizar la propuesta inicial de la Comisión Europea. La nueva filosofía se basa en pasar de una política de precios altos garantizados aun sistema mixto de precios casi alineados a la cotización internacional y compensaciones suficientes a las rentas de los agricultores.

La reducción de excedentes se apoya en subvenciones al abandono obligatorio de parte del cultivo cerealero y en mayor financiación a la producción extensiva, la repoblación forestal y la jubilación de los agricultores mayores de 55 años (la Comunidad correrá con el 75% de una renta anual de 1,3 millones de pesetas en las regiones más desfavorecidas). Todas estas medidas favorecen en mayor proporción a los países del sur, cuya agricultura es menos competitiva. Tanto frutas y hortalizas como aceite de oliva quedan al margen de la reforma.

En el asunto de la retirada de tierras, el frente norte formado por Francia, Alemania y el Reino Unido consiguió una compensación igual para todos, independientemente del tamaño de la explotación. Estoperjudica comparativamente a los países de explotaciones más pequeñas y menos productivas. Sin embargo, España se beneficia de que los cerealeros con menos de 92 toneladas de producción anual se ven liberados de abandonar el .15% del cultivo, lo cual beneficia a más del 90% de los productores.

En cereales, el recorte a realizar en tres años es del 29% en lugar del 35% inicialmente planteado, pero los productores serán compensados plenamente en sus rentas. En carne de bovino la rebaja será del 15% y algo superior en porcino y aves. Para la leche y la mantequilla la reducción es netamente inferior al 10% proyectado, pero se suprime la prima a la vaca lechera. En tabaco España consigue un cambio satisfactorio a favor de las cuotas de la modalidad virgínia.

Precios

La reforma no entrará en vigor hasta el próximo año, pero el acuerdo lleva aparejado un compromiso sobre los precios de la campaña 92-93. En este caso, según Solbes, España logra reducir a menos de la mitad el efecto negativo por el desmantelamiento de los montantes compensatorios positivos. El resultado final es que en lugar de un descenso medio de más de un 1% se consigue una subida del 0,8%.

La aproximación a la baja de los precios españoles del azúcar se acompaña con un programa de modernización del sector. Las penalizaciones a los cereales se suavizan, con lo cual el descenso de más del 8% se limita al 3%. El sacrificio hay que hacerlo en el descenso de precios de la leche en polvo (reducción del 16%) y la mantequilla, pero el sector consigue más cuota. La CE ayudará a España para intervenir el mercado a la hora de sacrificar las vacas lecheras sobrantes.