Londres reconoce a Magritte como gran artista del siglo XX

La Hayward Gallery, de Londres, acoge desde hoy la mayor exposición de obras de René Magritte presentada nunca en el Reino Unido. El artista belga (1898-1967) fue siempre despreciado por la crítica y los galeristas británicos, que le tenían por un simple diseñador publicitario más o menos brillante. Dos años después de su muerte, una retrospectiva en la Tate Gallery le situó por primera vez entre los grandes artistas del siglo XX. La actual exposición "debe consagrarle definitivamente como uno de los pintores más influyentes en el arte contemporáneo", dicen en la Hayward. Magritte ejerció una gran influencia entre algunos de los creadores del arte pop, como Roy Lichtenstein, aunque él nunca disimuló su desdén por el pop, al que consideraba "demasiado obvio". Magritte adoptó en sus inicios muchas claves del futurismo italiano, filtradas por su experiencia práctica como anónimo ilustrador de papeles pintados para decoración.

Luego fue adscrito al surrealismo, aunque él no se sintiera cómodo bajo esa etiqueta y sus relaciones con el gurú del surrealismo, André Breton, fueran distantes y difíciles. Sus actitudes personales, sin embargo, eran perfectamente surrealistas: se vestía de traje oscuro y corbata para pintar, cosa que hacía rodeado de relojes y siempre en horas de oficina: de 9 a 5. Con su esposa, Georgette, a la que estuvo unido desde los 15 años hasta su muerte, compuso la pareja más celebrada del mundo artístico de la posquerra.

La muestra incluye óleos (lo más conocido de Magritte), gouaches, collages y esculturas. La simbología magrittiana ha sido repetidamente utilizada en publicidad (cigarrillos Benson & Hedges, casetes TDK), cubiertas de discos (Wish you were here, de Pink Floyd; Tommy, de The Who), portadas de libros, carteles... La difusión de la imaginería de Magritte y su rápida ¡dentificación (el sombrero hongo, las paradojas, la pipa que no es una pipa) hacen pensar a los directores de la exposición, David Sylvester y Sarah Whitford, que la afluencia de público, hasta el 2 de agosto, será enorme.