Polémica por el ensayo clínico de un fármaco para averiguar si previene el cáncer de mama

Dieciséis mil mujeres norteamericanas participan desde el día 15 de mayo en la primera investigación nacional de un tratamiento para prevenir el cáncer de mama. El tamoxifén, un medicamento utilizado hasta ahora en pacientes afectadas por esta enfermedad, será suministrado a voluntarias sanas que se encuentren dentro de determinados grupos de riesgo. El estudio ha provocado una intensa polémica. Sectores médicos y feministas no consideran justificado que mujeres sanas se sometan a este tratamiento cuyos efectos adversos no están bien determinados, y atribuyen la autorización a la presión de los laboratorios que lo producen.

ENVIADA ESPECIAL, La investigación estará dirigida por el Instituto Nacional contra el Cáncer y se llevará a cabo en 300 hospitales de Estados Unidos. Las voluntarias tomarán a diario una píldora de tamoxifén durante cinco años.Las candidatas deberán ser mayores de 35 años y estar dentro de uno de los grupos considerados de riesgo: ser mayor de 50 años, tener una madre o una hermana que haya padecido cáncer de pecho; haber sufrido cartilomas lobulares localizados o quistes en el pecho que hayan resultado benignos; no haber estado nunca embarazadas o no haber tenido el primer hijo hasta después de los 30 años. Haber tenido la primera menstruación antes de los 12 años también se considera un factor de riesgo.

No podrán participar en la investigación las mujeres que hayan padecido algún tipo de cáncer, excepto el de piel y los tumores benignos de pecho; las que tengan problemas circulatorios y las que estén tomando estrógenos o píldoras anticonceptivas. Las voluntarias tampoco podrán estar embarazadas ni quedarse encintas en un plazo de cinco años.

El tamoxifén actúa como bloqueador de los estrógenos, y se ha demostrado su eficacia en el tratamiento de los tumores causados por la alteración de esta hormona femenina. Aplicado en pacientes que han padecido cáncer en un pecho, las posibilidades -de que afecte al otro descienden en un 20%. Sin embargo, los efectos que se derivan del tratamiento prolongado con esta droga en pacientes sanas no están evaluados.

Según el doctor Charles L. Vogel, director de la investigación en el Estado de Florida, las mujeres tratadas con tamoxifén podrían sufrir acaloramientos pasajeros similares a los de la menopausia, estado de letargo o depresión. Los riesgos de efectos colaterales graves derivados de su uso, como formación de coágulos sanguíneos, cáncer de útero o de hígado, son remotos, según Vogel.

Droga tóxica

Grupos de defensa de la salud ya han alzado su voz para protestar por el experimentó. La Asociación Nacional para la Salud de las Mujeres, con sede en Washington, ha denunciado a través de un comunicado que es la primera vez que una droga tóxica con riesgos conocidos para la salud va a ser suministrada a pacientes sanos. "Arriesgarse al tratamiento con tamoxifén puede ser razonable para las mujeres que ya padecen cáncer, pero con su uso en mujeres sanas, el efectopuede ser sustituir una enfermedad por otra, en lugar de prevenir", afirma.

Según esta asociación, menos de 4.000 mujeres han recibido tratamiento con tamoxifén durante periodos superiores a cinco años y algunos efectos de su uso, como el posible desarrollo de cáncer de hígado, pueden tardar hasta 20 años en aparecer. La detección temprana de los nódulos cancerígenos a través de una mamografía era hasta ahora, y a la espera de los resultados del estudio con tajmoxifén, la única forma de prevención posible.