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San Román propone una dimisión masiva para resolver la crisis peruana

El vicepresiente de Perú, Máximo San Román, elegido presidente constitucional por el Congreso disuelto tras el fujigolpe, propuso la elección de una Asamblea constituyente para reformar la Constitución y su renuncia, la de los parlamentarios y la del presidente de facto, Alberto Fujimori, como solución a la crisis peruana. También rechazó San Román, en el primer gran mitin realizado por la oposición al fujigolpe, el viernes en Lima, la vía de un plebiscito que preconiza Fujimori.

ENVIADO ESPECIAL, El mitin de San Román, al que asistieron unas 10.000 personas el viernes por la noche, resultó mejor de lo previsto y llenó algo más de media plaza de San Martín, no lejos del palacio presidencial en Lima. Esto no lo esperaban ni los más optimistas opositores a Fujimori. El mitin no resultó un fracaso y observadores imparciales coincidieron en que congregó más público que el organizado por Fujimori días atrás en el mismo lugar. También se advirtió la diferente composición social de los dos mítines. En el de Fujimori predominaban los marginales, vendedores ambulantes y proletariado lumpen. En el de San Román, la mayoría eran jefes de clase media y media-baja, entre los que se advertía la presencia de políticos y parlamentarios a los que el fujigolpe ha dejado sin empleo. El mitin estaba convocado para las seis de la tarde (una de la madrugada del sábado en España), pero no empezó hasta dos horas y media más tarde, el retraso habitual en estos actos. En el estrado, decorado con la bandera del Perú, dos grandes carteles flanqueaban al orador con las dos frases iniciales del himno nacional peruano: "Seamos libres" y "seámoslo siempre".

El público se animó con los gritos tantas veces coreados en toda América Latina: "Y va a caer, y va a caer, la dictadura va a caer"; "dictadura, no; democracia, sí" y "el pueblo unido jamás será vencido".

La variante local fueron los gritos de "cholo, sí; chino, no", en referencia a San Román y Fujimori, a quienes gusta el apelativo popular de El cholo y El chino, respectivamente. Otro elemento original fueron los gritos de "abajo el narcogolpe", lanzados por el animador y coreados por el público.

San Román puso de manifiesto que la oratoria no figura entre sus dotes. Llegó vestido con chaqueta de cuero negro, tirantes que sujetaban su pantalón azul y sin corbata, con una imagen de hombre sencillo y digno de confianza. Su intervención duró 36 minutos, pero más de la mitad del tiempo lo consumieron las interrupciones y gritos del animador, quien sugería al público las consignas que tenía que corear.

En su discurso, a duras penas consiguió San Román articular su propuesta para sacar a Perú de la crisis provocada por el fujigolpe. El vicepresidente se limitó a proponer la elección democrática de una Asamblea constituyente que reforme la Constitución. Ofreció San Román como salida su renuncia como presidente constitucional y al mismo tiempo la de los parlamentarios electos junto con la de Fujimori. Gritó San Román: "No podemos permitir que un dictador se entronice en el poder". Del público surgió el coro: "Chino, dictador, lárgate al Japón".

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Además de su propuesta, San Rornán denunció la dedocracia en el nombramiento de los jueces, del Banco de Reservas las autoridades electorales. según San Román, indica tención de Fujimori de preun fraude en el plebiscito Z ciado para el próximo 5 de julio.

Un pequeño grupo de seguidores de Fujimori provocó accidentes aislados de poca inportancia casi al final del mitin. Los militantes del izquierdista Partido Unificado Mariateguista (PUM) y de la Alianza Popular Reaccionaria Americana (APRA) se enfrentaron con los fujimoristas en un choque zanjado por la policía.

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