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Los palestinos acusan a Israel de usurpar el agua de los territorios ocupados

Israelíes y árabes hicieron ayer en Austria una nueva demostración de cuán grande es la brecha que los separa en la desfalleciente búsqueda de paz para Oriente Próximo iniciada en Madrid hace seis meses. Reafirmando la posición adoptada en Bruselas, sede de una reunión paralela sobre cooperación económica, al abordar el problema del agua en Viena, los palestinos insistieron en que Israel usurpa los recursos hidráulicos de los territorios ocupados y que es una ilusión hablar de paz sin que exista un acuerdo político previo.

La candente cuestión de los refugiados palestinos y el tema del agua entraron ayer en la agenda de la fase multilateral del proceso de Madrid en Ottawa y Viena, respectivamente, sin esperanzas de progreso alguno. En Canadá, los palestinos ignorarán una petición norteamericana para evitar mencionar el "derecho de retomo" de más de dos millones y medio de palestinos desplazados de sus hogares desde la creación del Estado de Israel en 1948.Si algo caracteriza verdaderamente la ronda de conversaciones multilaterales (armamento, en Washington; refugiados, en Ottawa; cooperación económica, en Bruselas; agua, en Viena, y medio ambiente, en Tokio), es el boicoteo. Siria y Líbano boicotean todas. Israel se ha negado a ir a Ottawa y a Bruselas porque los palestinos han incluido representantes del exilio.

En Viena, palestinos e israelíes se sentaron a metro y medio de distancia, pero las distancias políticas eran obviamente siderales. Los israelíes trajeron propuestas de cooperación y los palestinos no hicieron sino reiterar el mensaje anunciado en Bruselas: los adversarios del conflicto, que se prolonga ya 44 años, deben lograr avances políticos en la búsqueda de paz antes de hablar de cooperación económica o de cualquier otro tema. En suma, lo esencial es poner fin a la ocupación israelí y reconocer el "derecho al retorno" de los refugiados.

La explicación más gráfica de por qué es ingenuo esperar avances sustanciales la dio el delegado palestino ante la conferencia de Bruselas, Yusef Sayigh: "No se puede poner la zanahoria política frente a un caballo político". En otras palabras, un argumento que indirectamente da cierta razón al boicoteo promovido por Siria. Hablar de cooperación resulta un ejercicio abstracto mientras Israel no demuestre al menos cierta flexibilidad cuando se habla de la fórmula "paz a cambio de territorios".

Las declaraciones iniciales, hechas al abrirse la conferencia de Viena, resultaron más que elocuentes. Los palestinos, que participan como parte de la delegación de Jordania, acusaron a Israel de robarles agua desde la ocupación de Gaza y Cisjordania en la guerra de 1967. "Israel usa el 801/o del agua de Cisjordania y restringe la irrigación a los granjeros palestinos". En clara consonancia con lo que dijeron en Bruselas, el documento palestino agregó: 'La cuestión del agua no puede ser estudiada con equidad mientras no se resuelva la cuestión de la ocupación".

Dan Zaslavsky, jefe de la delegación israelí, calificó de "ridiculeces y mentiras" las acusaciones según las cuales Israel usurpa agua de los territorios ocupados o de la cuenca del río Litani, en Líbano.

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