Empleadas del Santa Cristina que manipularon elementos radiactivos tienen problemas de salud
Cáncer, depresiones, fuertes jaquecas, quistes, un niño con una grave malformación en el pancreas... Éstos son algunos de los cuadros que describen hoy casi todas las auxiliares de enfermería que tuvieron contacto con la instalación radiactiva del hospital materno-infantil de Santa Cristina. Algunas, por ignorancia, manipularon con sus propias manos el radium, elemento altamente tóxico, que se aplicaba a las pacientes con cáncer.
Un portavoz del Consejo de Energía Nuclear admitió ayer que la planta radiactiva del Santa Cristina, clausurada en 1984, funcionó al margen de la legalidad. El antiguo hospital materno-infantil de O'Donnell, 39, fue transferido por el Ministerio de Educación al Insalud hacia 1983.El supuesto descontrol con que fueron utilizadas las 14 fuentes radiactivas de que dispuso el hospital entre 1979 y 1984 está ya en manos del juzgado. Su ex supervisor radiactivo, Antonio Montoya Nieto, presentó el pasado 19 de abril una denuncia por prevaricación contra los distintos responsables del centro, incluido el actual director. Dicha denuncia la instruye el Juzgado número 9 de Madrid.
Montoya, licenciado en Física, ha sido suspendido de empleo y sueldo en tres ocasiones. Ahora es jefe de mantenimiento en dicho centro. La denuncia se basa en, el hecho de que sus informes "siempre han sido desoídos", señala.
Para Montoya está claro que la utilización del radium -elemento hoy en desuso en los hospitales- es la causa de las afecciones que presenta la mayoría de las 12 empleadas que trabajaron en dicha planta. Éstas, de momento, prefieren mantener el anonimato.
Un portavoz del Consejo de Energía Nuclear no descartó ayer que en las patologías que describen pueda haber influido el contacto directo con las fuentes radiactivas. No obtante, matizó: "Habría que estudiar caso por caso".
El "descontrol radiactivo" ahora denunciado alcanzó el absurdo en 1984, cuando el Consejo de Seguridad Nuclear advirtió que faltaba una de las 14 fuentes radiactivas, en concreto una especie de aguja hueca que contenía una dosis de cinco milicurios de radium. La sospecha casi unánime -aquí coinciden empleados, Insalud, Montoya y Consejo Nuclear- es que, por una imprudencia, pudo haber quedado dentro del útero de alguna enferma de cáncer tratada en el centro, en cuyo caso la mujer, a causa de la radiación recibida durante tantos años, estaría ya muerta.
"Yo cogía con las manos agujas de radium; nadie me dijo que no pudiera hacerlo", señala una de las afectadas. Poco tiempo después comenzó a sufrir periódicos y fuertes dolores de cabeza que aún perduran. "También tengo frecuentes depresiones, No sé si es debido a aquello; puede ser casualidad, pero lo cierto es que casi todas las compañeras que estuvimos allí cuando el radium se cogía con las manos tenemos problemas de salud".
Quistes y operaciones
"Al menos dos", agrega esta sanitaria, "tienen quistes en el pecho; otra ha sido operada dos veces del esófago; a una han tenido que extirparle el útero y los ovarios y otra, incluso, dio a luz a un hijo con una malformación en el páncreas". Durante parte de su embarazo, trabajó en la zona radiactiva.Antonio Montoya asegura que hay varios casos de cáncer y da nombres: "Dolores Madrigal y sor Ines, esta última ya fallecida. Sor Begoña también ha tenido leucemia", agrega.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad es tajante: "El ministerio jamás ha tenido conocimiento, ni por parte de los sindicatos, ni de los médicos, ni de la dirección ni de ningún sanitario del centro, de estos problemas de salud supuestamente relacionados con el contacto de la instalación", dice. Este portavoz asevera que, en cualquier caso, la relación causa-efecto sólo puede existir en, el caso de cáncer.
En el Insalud se define a Antonio Montoya como una persona "como mínimo rara". Según el actual gerente del Santa Cristina, Ignacio Apolinario, su actitud díscola y sus inasistencias esporádicas, al trabajo son las que le han acarreado tres suspensiones de empleo y sueldo.
En el Insalud no se comprende bien por qué Montoya ha acudido al juzgado a denunciar unos hechos ocurridos hace tantos años. "Quiero que se aclare lo ocurrido y que si hay enfermas, que se investigue la causa", contesta Montoya.
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