El 'aparato' del PSOE dio una versión parcial del debate sobre Leguina

El aparato del PSOE ofreció al término de la reunión de la ejecutiva del pasado lunes una versión parcial del debate sobre las críticas del presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, hacia el funcionamiento de la dirección socialista. Esta versión calificaba de "unánime" el rechazo de la ejecutiva del PSOE hacia Leguina. Sin embargo, siete de sus miembros calificaron de "grave" la actitud del presidente madrileño, frente a cinco que salieron en su defensa.

El tema originó un fuerte debate y una importante división en el seno de la Comisión Ejecutiva Federal. Los defensores de Joaquín Leguina intentaron restar importancia a las afirmaciones del presidente de la Comunidad de Madrid, a pesar de que admitieron "su inoportunidad" e "inconveniencia".Fuentes del aparato del partido ofrecieron al término de la reunión una versión bien diferente y aseguraron que el rechazo a las críticas de Leguina había sido "unánime". Esta pretendida unanimidad se refirió tan sólo a la posible inoportunidad de las declaraciones del presidente madrileño, pero no a su contenido.

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, al cerrar el debate, extendió el acuerdo de los asistentes sobre la "inoportunidad" a un rechazo por unanimidad a las afirmaciones de Leguina. La duración del debate, más de una hora, fue una muestra de su intensidad.

Tras agotar el orden del día de la reunión, el presidente del PSOE, Ramón Rubial, introdujo el debate sobre Leguina. Éste manifestó el pasado 5 de mayo que la dirección del PSOE había incumplido las resoluciones renovadoras del 32º congreso del partido y que había una dirección paralela en el partido. El pasado fin de semana reiteró estas declaraciones mediante una carta enviada a la ejecutiva socialista.

La intervención de Rubial dio paso al secretario de Organización, Txiki Benegas quien, tras leer la carta enviada por Leguina a la ejecutiva, manifestó que la actitud de éste constituía "una falta grave".

La llamada a la disciplina de Txiki Benegas fue secundada por el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, y por el responsable del área de formación del partido, José Félix Tezanos.

A continuación, intervino Alejandro Cercas, responsable del área de movimientos sociales, que intentó desdramatizar el debate restando importancia a las declaraciones de Joaquín Leguina pero admitiendo su "inoportunidad".

Disciplina

Estas palabras originaron una cascada de intervenciones, unas haciendo hincapié en la necesidad de disciplina en el partido y otras abogando por el derecho a opinar.Entre los defensores de la actitud disciplinaria contra Leguina figuraron: Alfonso Guerra, Txiki Benegas, José Félix Tezanos, Josefa Pardo, Matilde Fernández, ministra de Asuntos Sociales; Salvador Clotas, responsable del área de cultura del partido, y García Miralles. Entre los defensores de Leguina intervinieron: Alejandro Cercas, José Bono, presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha; Raimon Obiols, secretario general del PSC; Carmen García Bloise, y Florencio Campos, alcalde de Alcalá de Henares.

Este enfrentamiento, sin precedentes en una ejecutiva del PSOE, de la que, además, estuvo ausente su secretario general, Felipe González, sorprendió al núcleo principal de la ejecutiva. Alfonso Guerra cerró el debate, que duró una hora, y como resumen apuntó que había unanimidad en el rechazo a las declaraciones de Leguina.